Capítulo 16 Progreso tecnológico, empleo y niveles de vida a largo plazo

Sobre cómo las tendencias a largo plazo y las diferencias entre países en niveles de vida y desempleo son el resultado del progreso tecnológico, las instituciones y las políticas

En 1412, el Ayuntamiento de Colonia prohibió a un artesano local que produjera una rueca porque se temía que podía dejar sin trabajo a los fabricantes textiles que utilizaban el huso manual. En el siglo XVI, se prohibieron unas máquinas nuevas para tejer cintas. En 1811, en la primera etapa de la Revolución Industrial en Inglaterra, el movimiento ludita protestó enérgicamente contra la nueva maquinaria ahorradora de mano de obra, como las máquinas de hilar que permitían a un trabajador producir una cantidad de lana para la que previamente hacían falta 200 trabajadores. El líder del movimiento era un joven artesano sin especialización llamado Ned Ludd, a quien se le atribuye haber destruido las máquinas de hilar.1

El economista suizo Jean-Charles-Léonard de Sismondi (1773–1842) imaginó un nuevo mundo «donde el Rey se sienta solo en su isla, moviendo constantemente un sinfín de manivelas para producir, con autómatas, todo lo que Inglaterra manufactura». El creciente uso de las tecnologías de la información ha provocado que los economistas contemporáneos, incluido Jeremy Rifkin, expresen los mismos temores.2

Sismondi y Rifkin plantearon argumentos plausibles. No obstante, y como vimos en el capítulo 1, como resultado de innovaciones que ahorraron trabajo, muchos países lograron moverse hacia la parte ascendente del palo de hockey y experimentaron un crecimiento sostenido de los niveles de vida. A los trabajadores se les empezó a pagar más: recuerde el palo de hockey del salario real del capítulo 2 (figura 2.1). El «fin del trabajo» tampoco se ha producido de momento, aunque en 1932 el filósofo Bertrand Russell previera –con anticipación más que temor– el fin del trabajo, argumentando que: «[S]e trabaja mucho más de lo que se debería en el mundo. La creencia de que el trabajo es virtuoso provoca un inmenso daño, y lo que se debería predicar en los países industriales modernos es bien diferente de lo que siempre se ha predicado».

El progreso tecnológico no ha redundado en tasas de desempleo crecientes. En su lugar, ha aumentado el salario más bajo que las empresas pueden pagar cubriendo sus costos. Como resultado, el progreso tecnológico incrementa los recursos que la empresa tiene disponibles para invertir en aumentar la producción, y también incentiva la inversión continua. Al centrarse únicamente en la destrucción de puestos de trabajo, quienes se preocupan por el fin del trabajo han ignorado el hecho de que el progreso tecnológico que ahorra mano de obra también estimula la inversión que ayuda a crear nuevos puestos de trabajo.

En la mayoría de las economías para las cuales hay datos disponibles, cada año se destruyen al menos un 10% de los puestos de trabajo, al tiempo que se crea aproximadamente el mismo número de puestos nuevos. En Francia o el Reino Unido, cada 14 segundos se destruye un trabajo y se crea otro: es parte del proceso de destrucción creativa consustancial a las economías capitalistas, que describimos en los capítulos 1 y 2.

Quienes pierden sus trabajos se enfrentan a costos sustanciales en el corto plazo, y ese corto plazo puede no parecerles muy breve: podría durar años o incluso décadas. Los que se beneficien pueden acabar siendo los hijos del tejedor del telar manual desplazado por el telar mecánico, o los hijos del mecanógrafo que perdió el trabajo desplazado por la computadora. Estos se benefician al encontrar un trabajo en una ocupación que es más productiva que el trabajo que hicieron sus padres y pueden compartir los beneficios que reportan los nuevos bienes y servicios ahora disponibles gracias a la existencia del telar mecánico o la computadora.

La parte destructiva de esta «destrucción creativa» afecta a ocupaciones que a menudo suelen concentrarse en regiones concretas, con las consiguientes grandes pérdidas de salarios y empleos. Las familias y las comunidades perdedoras a menudo tardan generaciones en recuperarse. Al igual que «corto plazo», el término «promedio» a menudo oculta los costos para los trabajadores desplazados y las comunidades destruidas por la introducción de nuevas tecnologías.

Hoy en día, por ejemplo, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están remodelando nuestras sociedades. Las TIC están reemplazando a gran parte del trabajo rutinario, en muchos casos empobreciendo aún más a los que ya son pobres. Personas que anteriormente habrían esperado que su nivel de vida siguiese aumentando se encuentran ahora con menos oportunidades de empleo.

Sin embargo, la mayoría de las personas se benefician de la caída en los precios asociada a la disponibilidad de nuevas tecnologías. Para bien o para mal, la destrucción creativa como resultado del progreso tecnológico es parte de la dinámica del sistema económico capitalista. Por más que haya vidas que se han visto afectadas y el medioambiente esté cada vez más amenazado como consecuencia, la introducción de tecnologías mejoradas también es la clave para elevar los niveles de vida a largo plazo. Veremos que:

La figura 16.1 muestra las tasas de desempleo para 16 países de la OCDE de 1960 a 2014.

Tasas de desempleo en un grupo selecto de países de la OCDE (1960–2014).

Figura 16.1 Tasas de desempleo en un grupo selecto de países de la OCDE (1960–2014).

Datos de 1960–2004: David R Howell, Dean Baker, Andrew Glyn y John Schmitt. 2007.‘Are Protective Labor Market Institutions at the Root of Unemployment? A Critical Review of the Evidence’. Capitalism and Society 2 (1) (Enero). Datos de 2005 a 2012: OCDE. 2015. Estadísticas de la OCDE.

Las tasas de desempleo fueron bajas y bastante similares en la década de 1960. Luego divergieron en la década de 1970, reflejando en parte las diferentes respuestas a las crisis del petróleo descritas en el capítulo 14. De estos países, solo Japón (JPN), Austria (AUT) y Noruega (NOR) registraron tasas de desempleo que permanecieron por debajo del 6% durante todo el periodo. En España (ESP), el desempleo fue de alrededor del 20% desde mediados de la década de 1980 hasta finales de la de 1990. Luego se redujo a la mitad en la década de 2000, antes de escalar de nuevo a más del 20% tras la crisis financiera y la crisis de la eurozona de 2009. En este sentido, el caso de Alemania (DEU) es poco habitual: el desempleo cayó en los años posteriores a la crisis financiera mundial.

Si bien no ha habido una tendencia al alza en las tasas de desempleo a largo plazo, se han dado dos fenómenos importantes en el mercado laboral que han acompañado al crecimiento en los niveles de vida. Como vimos en el capítulo 3 (figura 3.1), la media de horas anuales trabajadas por persona ocupada ha disminuido. Además, hay una fracción mayor de adultos que trabajan a cambio de un salario, lo cual se debe principalmente al aumento en la proporción de mujeres que realizan trabajos remunerados.

Los patrones de desempleo que muestra la figura 16.1 no se explican por diferencias entre países en la tasa de innovación ni por las oleadas de innovación a lo largo del tiempo, sino que reflejan diferencias en las instituciones y las políticas vigentes en los países.

A medida que la producción se ha vuelto más intensiva en capital, ¿cómo han mejorado los niveles de vida a largo plazo sin producir un desempleo masivo? Comenzamos por estudiar la acumulación de capital (las existencias crecientes de maquinaria y equipo) y las infraestructuras (como carreteras y puertos), que siempre han sido fundamentales para el dinamismo del capitalismo.

Ejercicio 16.1 Riqueza y satisfacción con la vida

Como vimos en el capítulo 3, el progreso tecnológico incrementa la productividad por hora. Esto significa que, trabajando la misma cantidad de horas, una misma persona podría producir y consumir más, o podría producir y consumir la misma cantidad de bienes, pero trabajando menos horas y disfrutando de más tiempo libre.

El economista Olivier Blanchard argumenta que la diferencia en producción per cápita entre Estados Unidos y Francia se debe en parte al hecho de que, comparados con los estadounidenses, los franceses han usado algo de sus aumentos en productividad para disfrutar más tiempo libre en vez de consumir más.

  1. Piense en dos países, uno con un menor PIB per cápita debido a menos horas trabajadas, y otro con un mayor PIB per cápita debido a más horas trabajadas (como Francia o Estados Unidos). Asumiendo que la satisfacción que nos produce la vida depende solo del tiempo libre y el consumo, ¿en qué país esperaría que la satisfacción promedio con la vida fuera mayor, y por qué? Explique claramente las suposiciones que haga sobre las preferencias de los residentes en cada país.
  2. Considerando solo las horas de trabajo y el PIB per cápita, ¿en qué país (Francia o Estados Unidos) preferiría vivir, y por qué? ¿Cómo cambiaría su respuesta si considerara también otros factores?

Pregunta 16.1 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

La figura 16.1 es un gráfico de las tasas de desempleo para 16 países de la OCDE entre 1960 y 2014.

Con base en esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • No hay ninguna correlación entre las tasas en los distintos países.
  • Ha habido una clara tendencia al aumento en el desempleo en todos los países en los últimos 30 años.
  • Las tasas de desempleo de distintos países se vieron afectadas de manera muy diferente por las crisis del petróleo de la década de 1970.
  • Las tasas de desempleo subieron en todos los países tras la crisis financiera global de 2008.
  • La mayoría de los países registraron tasas de desempleo más bajas en la década de 1960 que en las de 1980 y 1990, y la mayoría vio una cierta disminución en el desempleo a finales de la década de 1990, lo que sugiere una ligera correlación positiva.
  • Los gráficos no muestran una clara tendencia al alza en el desempleo desde la década de 1980.
  • Si bien la mayoría de los países experimentaron un mayor desempleo después de las crisis del petróleo que antes, algunos experimentaron aumentos del desempleo muy significativos, como Irlanda y España, mientras que otros registraron aumentos pequeños, como fue el caso de Japón, Austria y Noruega.
  • En Alemania, la tasa de desempleo cayó después de 2008.

16.1 Progreso tecnológico y nivel de vida

rentas de innovación
Ganancias por sobre el costo de oportunidad del capital que un innovador recibe por introducir una nueva tecnología, forma organizacional o estrategia de marketing. También conocidas como: rentas schumpeterianas.
destrucción creativa
Nombre que asigna Joseph Schumpeter al proceso por el cual las tecnologías antiguas y las empresas que no se adaptan se ven relegadas por las nuevas por no poder competir en el mercado. Desde su punto de vista, el fracaso de una empresa improductiva es creativo porque libera trabajo y bienes de capital para su uso en nuevas combinaciones.
bienes de capital
Equipos, edificios y otros insumos utilizados en la producción de bienes y servicios, incluyendo, cuando corresponda, cualquier patente u otra propiedad intelectual que se utilice. Las materias primas también utilizadas en la producción se conocen como inputs o insumos intermedios.

En el capítulo 2 vimos cómo las empresas podían obtener rentas de innovación schumpeterianas mediante la introducción de nueva tecnología. Las empresas que no innovan (o copian a otros innovadores) no pueden vender sus productos a un precio superior al costo de producción y, al final, fracasan. Este proceso de destrucción creativa condujo a aumentos sostenidos en los niveles de vida medios, debido a que el progreso tecnológico y la acumulación de bienes de capital son complementarios: cada uno de ellos proporciona las condiciones necesarias para que el otro se desarrolle.

El segundo punto necesita una explicación. Comience con la función de producción que usamos en los capítulos 2 y 3. Descubrimos que la producción depende del insumo trabajo y que la función que describe esta relación se desplaza hacia arriba con el progreso tecnológico, de modo que la misma cantidad de trabajo genera ahora más producto. En el capítulo 3, el agricultor tenía una cantidad fija de tierra: suponíamos que la cantidad de bienes de capital era fija. Pero, como hemos visto, la cantidad de bienes de capital que utiliza el trabajador moderno es mucho mayor que la utilizada por los agricultores en el pasado.

intensivo en capital
Que emplea más bienes de capital (por ejemplo maquinaria y equipos) en comparación con el número de horas de trabajo u otros insumos. Véase también: intensivo en trabajo.
productividad laboral
Producción total dividida por el número de horas o alguna otra medida del insumo de trabajo.

Ahora incluiremos los bienes de capital (maquinaria, equipos y estructuras) explícitamente en la función de producción. Si observa el eje horizontal en la figura 16.2, verá que registra la cantidad de bienes de capital por trabajador. Esta es una medida de lo que se denomina intensidad de capital de la producción. En el eje vertical, tenemos la cantidad de producción por trabajador, también conocida como productividad laboral.

La función de producción de la economía y el progreso tecnológico.

Figura 16.2 La función de producción de la economía y el progreso tecnológico.

Rendimientos decrecientes del capital

La función de producción se caracteriza por unos rendimientos decrecientes del capital.

Figura 16.2a La función de producción se caracteriza por unos rendimientos decrecientes del capital.

Productividad marginal del capital

La sección ampliada del punto A muestra cómo se calcula la productividad marginal del capital: es la pendiente de la tangente a la función de producción en A.

Figura 16.2b La sección ampliada del punto A muestra cómo se calcula la productividad marginal del capital: es la pendiente de la tangente a la función de producción en A.

Mayor intensidad en el uso del capital

La productividad marginal del capital va disminuyendo a medida que avanzamos a lo largo de la función de producción hacia una mayor intensidad en el uso del capital.

Figura 16.2c La productividad marginal del capital va disminuyendo a medida que avanzamos a lo largo de la función de producción hacia una mayor intensidad en el uso del capital.

Progreso tecnológico

Hace que la función de producción rote hacia arriba.

Figura 16.2d Hace que la función de producción rote hacia arriba.

La función de producción original

En el punto B sobre la función de producción original, el capital por trabajador es de 20 000 dólares y la producción por trabajador es de 15 000 dólares.

Figura 16.2e En el punto B sobre la función de producción original, el capital por trabajador es de 20 000 dólares y la producción por trabajador es de 15 000 dólares.

Tras el progreso tecnológico

Considere el punto C en la nueva función de producción (tras el progreso tecnológico), en el que el capital por trabajador ha subido a 30 000 dólares y la producción por trabajador ha subido a 22 500 dólares.

Figura 16.2f Considere el punto C en la nueva función de producción (tras el progreso tecnológico), en el que el capital por trabajador ha subido a 30 000 dólares y la producción por trabajador ha subido a 22 500 dólares.

La pendiente de la función de producción

Hemos escogido el punto C para que la pendiente de la función de producción y, por lo tanto, la productividad marginal del capital, sea igual que en el punto B.

Figura 16.2g Hemos escogido el punto C para que la pendiente de la función de producción y, por lo tanto, la productividad marginal del capital, sea igual que en el punto B.

El producto medio del capital

La línea punteada de color azul sale del origen y atraviesa las funciones de producción para las tecnologías vieja y nueva. Su pendiente es el producto medio del capital.

Figura 16.2h La línea punteada de color azul sale del origen y atraviesa las funciones de producción para las tecnologías vieja y nueva. Su pendiente es el producto medio del capital.

Como ya fue el caso en el capítulo 3, la función de producción describe rendimientos marginales decrecientes: a medida que el trabajador trabaja con más bienes de capital, la producción aumenta, pero a un ritmo decreciente (Charlie Chaplin mostró en la película de 1936 Tiempos modernos que existe un límite para el número de máquinas que un trabajador es capaz de usar). Esto significa que, con cantidades crecientes de bienes de capital, tenemos una productividad marginal decreciente de los bienes de capital. La pendiente de la función de producción en cada nivel de capital por trabajador muestra la productividad marginal del capital; es decir, indica cuánto aumenta el producto si los bienes de capital por trabajador aumentan en una unidad.

La sección amplificada en el punto A de la figura 16.2 muestra cómo se calcula la productividad marginal del capital: nótese que Y/trabajador se usa como abreviación para producto por trabajador, y la productividad marginal de capital (PMK) es ΔYK. La productividad marginal del capital para cada nivel de capital por trabajador es la pendiente de la tangente a la función de producción en ese punto.

Leibniz: Economía maltusiana
Leibniz: Trabajo y producción

Anteriores Leibniz han mostrado cómo usar el cálculo matemático para calcular la PMK en cualquier punto de una función de producción determinada. Tómese un momento para echarles otro vistazo.

función cóncava
Función de dos variables para la cual el segmento de línea entre dos puntos cualesquiera de la función se sitúa completamente bajo la curva que representa a la función (la función es convexa cuando el segmento de línea se sitúa por encima de la función).

Podemos ver en la figura 16.2 que la productividad marginal del capital va cayendo a medida que nos movemos hacia la derecha sobre la función de producción. Una función de producción que presenta rendimientos decrecientes del capital es una función cóncava. La concavidad capta el hecho de que la producción por trabajador aumenta con el capital por trabajador, pero menos que proporcionalmente.

La concavidad significa que una economía no podrá mantener el crecimiento del producto por trabajador simplemente agregando más del mismo tipo de capital. Llega un momento en que la productividad marginal del capital se vuelve tan baja que no vale la pena invertir más. Como vimos en el capítulo 14, los dueños de las empresas solo realizarán inversiones en la economía nacional si el rendimiento que obtienen es mayor que el que les proporcionaría de compra de bonos o la inversión en el extranjero y, al mismo tiempo, lo suficientemente alto como para que no deseen gastar sus beneficios en bienes de consumo.

El crecimiento económico sostenido requiere un cambio tecnológico que aumente la productividad marginal del capital. Esto hace rotar la función de producción hacia arriba y consigue que resulte rentable invertir en el país, lo que lleva a una mayor intensidad de uso del capital. Siga los pasos del análisis de la figura 16.2 para ver cómo la combinación de cambio tecnológico e inversión en capital aumenta la producción por trabajador.

Taylorismo
Innovación en la gestión que busca reducir los costos laborales, por ejemplo, dividiendo los trabajos cualificados en varias tareas separadas menos especializadas, para reducir así los salarios.

Una tecnología nueva también puede referirse a nuevas formas de organizar el trabajo. Recuerde que una tecnología es un conjunto de instrucciones para combinar insumos con el objetivo de obtener un producto. La revolución de la gestión de principios del siglo xx, llamada Taylorismo, es un buen ejemplo: se racionalizó la organización de equipos de trabajo y capital y se introdujeron nuevos sistemas de supervisión para que los trabajadores se esforzaran más. En tiempos más recientes, la revolución de las tecnologías de la información permite que un ingeniero se conecte con miles de otros ingenieros y equipos informáticos de todo el mundo. Por lo tanto, la revolución de las TIC también provoca una rotación de la función de producción hacia arriba, aumentando su pendiente en cada nivel de capital por trabajador.

En la figura 16.2 se puede ver una línea azul punteada que sale del origen, atravesando las funciones de producción para las tecnologías antigua y nueva. La pendiente de esta recta nos indica la cantidad de producto por unidad de bienes de capital en el punto donde se cruza con la función de producción: es la cantidad de producto por trabajador dividida por los bienes de capital por trabajador. En el diagrama observamos que los puntos B y C de las dos funciones de producción tienen el mismo producto por unidad de bienes de capital.

Para ver cómo el progreso tecnológico y la acumulación de capital dieron forma al mundo, nos enfocamos en los países que han sido líderes en tecnología. El Reino Unido fue el líder tecnológico desde la Revolución Industrial hasta la Primera Guerra Mundial, cuando EE.UU. asumió el liderazgo. La figura 16.3 muestra el capital por trabajador en el eje horizontal y la producción por trabajador en el eje vertical.

Consideremos la evolución en el tiempo del Reino Unido y Estados Unidos. Si analizamos primero al Reino Unido, los datos comienzan en 1760 (borde inferior del gráfico) y finalizan en 1990 con una intensidad de uso del capital y una productividad mucho más altas. En el extremo inferior derecho del diagrama se muestran los mismos puntos en el familiar gráfico de palo de hockey para el PIB por trabajador. A medida que el Reino Unido se iba desplazando por el palo de hockey a lo largo del tiempo, tanto la intensidad de capital como la productividad aumentaron. En Estados Unidos, la productividad superó a la del Reino Unido en 1910 y se ha mantenido más alta desde entonces. En 1990, EE.UU. registraba una mayor productividad e intensidad de uso de capital que el Reino Unido.

Trayectorias de crecimiento a largo plazo de un grupo selecto de economías.

Figura 16.3 Trayectorias de crecimiento a largo plazo de un grupo selecto de economías.

Robert C. Allen. 2012. “La tecnología y la gran divergencia: desarrollo económico global desde 1820”. Explorations in Economic History 49 (1) (enero): pp. 1–16.

El Reino Unido

Los datos empiezan en 1760 en la esquina inferior del gráfico y terminan en 1990 con una intensidad mucho mayor de uso del capital y una mayor productividad.

Figura 16.3a Los datos empiezan en 1760 en la esquina inferior del gráfico y terminan en 1990 con una intensidad mucho mayor de uso del capital y una mayor productividad.

Robert C. Allen. 2012. “La tecnología y la gran divergencia: desarrollo económico global desde 1820”. Explorations in Economic History 49 (1) (enero): pp. 1–16.

PIB por trabajador

En el extremo inferior derecho del diagrama se muestran los mismos puntos en el familiar gráfico de palo de hockey para el PIB por trabajador, usando una escala semilogarítmica.

Figura 16.3b En el extremo inferior derecho del diagrama se muestran los mismos puntos en el familiar gráfico de palo de hockey para el PIB por trabajador, usando una escala semilogarítmica.

Robert C. Allen. 2012. “La tecnología y la gran divergencia: desarrollo económico global desde 1820”. Explorations in Economic History 49 (1) (enero): pp. 1–16.

Estados Unidos

En Estados Unidos, la productividad había superado a la del Reino Unido para 1910, y se ha mantenido por encima desde entonces.

Figura 16.3c En Estados Unidos, la productividad había superado a la del Reino Unido para 1910, y se ha mantenido por encima desde entonces.

Robert C. Allen. 2012. “La tecnología y la gran divergencia: desarrollo económico global desde 1820”. Explorations in Economic History 49 (1) (enero): pp. 1–16.

Japón, Taiwán e India

Las trayectorias de Japón, Taiwán e India muestran que moverse por el gráfico de palo de hockey de los niveles de vida requiere acumulación de capital y la adopción de nuevas tecnologías.

Figura 16.3d Las trayectorias de Japón, Taiwán e India muestran que moverse por el gráfico de palo de hockey de los niveles de vida requiere acumulación de capital y la adopción de nuevas tecnologías.

Robert C. Allen. 2012. “La tecnología y la gran divergencia: desarrollo económico global desde 1820”. Explorations in Economic History 49 (1) (enero): pp. 1–16.

La figura 16.3 muestra que los países que son ricos hoy han visto aumentar la productividad laboral a medida que se han ido volviendo más intensivos en capital. Por ejemplo, si miramos en EE.UU., el capital por trabajador (medido en dólares estadounidenses de 1985) aumentó de 4325 dólares en 1880 a 14 407 en 1953 y 34 705 dólares en 1990. Junto a este aumento en la intensidad de uso del capital, la productividad laboral de EE.UU. aumentó de 7400 dólares en 1880 a 21 610 dólares en 1953, y luego a 36 771 dólares en 1990. El historiador económico John Habakkuk ha argumentado que, a fines del siglo xix, los salarios eran altos para los trabajadores de las fábricas en EE.UU. porque estos siempre tenían la opción de mudarse al oeste del país: por lo tanto, los propietarios de las fábricas tenían incentivos a desarrollar una tecnología que ahorrara mano de obra.3

El crecimiento de la productividad ha reducido el insumo de mano de obra por unidad de producto: el temor de los luditas y de las predicciones de los autores de la teoría del «fin del trabajo» es que esto causaría la pérdida permanente de puestos de trabajo.

En la figura 16.3, está claro que las trayectorias históricas trazadas por estas economías no son curvas como la función de producción única de la figura 16.2. Esto se debe a que experimentaron una combinación de acumulación de capital y progreso tecnológico. Las economías que logran crecer con éxito siguen trayectorias similares a la línea punteada azul entre B y C en la figura 16.2.

Sabemos por el capítulo 1 que otros países ascendieron por el palo de hockey en momentos muy diferentes. Considere Japón, Taiwán e India en la figura 16.3. Tenga en cuenta que, en 1990, el capital por trabajador en Japón no solo era más alto que en Estados Unidos, sino también casi el doble que en el Reino Unido. Japón había alcanzado este nivel en menos de la mitad del tiempo que le llevó al Reino Unido. Taiwán también hizo un uso más intensivo del capital que el Reino Unido en 1990. El liderazgo en la producción masiva y las industrias basadas en la ciencia que EE.UU. había alcanzado se fue erosionando a medida que otros países invertían en educación e investigación y adoptaban técnicas de gestión estadounidenses.4

Interpretando la figura 16.3 usando el modelo de la función de producción de la figura 16.2, vemos que los países fueron adoptando más métodos de producción intensivos en capital a medida que se enriquecían. Sin embargo, a pesar de que Japón y Taiwán experimentaron un progreso tecnológico sustancial, el hecho de que la producción por trabajador permaneciera por debajo de la de Estados Unidos y Gran Bretaña, significa que se mantuvieron en una función de producción inferior.

Para resumir:

El progreso tecnológico desempeñó un papel crucial para evitar que los rendimientos decrecientes pusieran fin a la mejora a largo plazo del nivel de vida resultante de la acumulación de bienes de capital.

Pregunta 16.2 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

El siguiente diagrama muestra la función de producción de una economía antes y después del progreso tecnológico:

Con base en esta información, ¿cuál de los siguientes enunciados es correcto?

  • El producto medio del capital en B es 20 000/15 000 = 1,33.
  • La productividad marginal del capital en C es (22 500 – 15 000)/(30 000 – 20 000) = 0,75.
  • La concavidad de la función de producción indica un rendimiento marginal decreciente del capital.
  • Como resultado de algún tipo de progreso tecnológico, la productividad marginal del capital aumenta, pero el producto medio del capital permanece constante para un nivel dado de capital por trabajador.
  • El producto medio del capital en B es 15 000/20 000 = 0,75.
  • La productividad marginal del capital en C es la pendiente de la función de producción en C.
  • Esto significa que la pendiente se hace más plana a medida que avanza hacia la derecha.
  • En el diagrama, C y B tienen el mismo producto medio del capital. Sin embargo, estos dos puntos no están al mismo nivel de capital por trabajador. A un nivel dado de capital por trabajador, tanto el producto medio como la productividad marginal del capital aumentan con el progreso tecnológico.

16.2 El proceso de creación y destrucción de puestos de trabajo

El progreso tecnológico que ahorra mano de obra del tipo ilustrado en las figuras 16.2 y 16.3 permite que se produzcan más productos con una cantidad dada de mano de obra, y también contribuye a la expansión de la producción. Al incentivar la inversión, compensa la destrucción de algunos de los trabajos que se pierden e incluso puede crear más empleo del que existía anteriormente. Cuando se crean más puestos de trabajo de los que se destruyen en un determinado año, el empleo aumenta. Cuando se destruyen más puestos de trabajo de los que se crean, el empleo disminuye.

stock o existencias
Cantidad medida en un momento determinado. Sus unidades no dependen del tiempo. Véase también: flujo.
flujo
Cantidad medida por unidad de tiempo, como la renta anual o el salario por hora.

Sabemos que, en cualquier momento dado, hay personas que están desempleadas involuntariamente: preferirían estar trabajando pero no tienen trabajo. El número de personas desempleadas es una variable de tipo stock o existencias: cambia de un día a otro o de un año a otro, ya que se contrata a algunos de los desempleados (o dejan de buscar trabajo), otras personas pierden el trabajo y otros deciden buscar trabajo por primera vez (los jóvenes que salen de la escuela o de la universidad, por ejemplo). A los que no tienen trabajo, a veces se les denomina la «reserva» de desemple­ados: las personas que consiguen un trabajo o dejan de buscarlo dejan de formar parte de este grupo, mientras que los que pierden sus trabajos ingresan en este grupo. El número de personas que consiguen y pierden puestos de trabajo es un variable de tipo flujo.

El proceso de reasignación total de empleos es la suma de la creación y la destrucción de empleo. En comparación con eso, el crecimiento neto del empleo suele ser pequeño y positivo.

La figura 16.4 muestra la destrucción de empleo, la creación de empleo y el crecimiento neto del empleo en algunos países. Tenga en cuenta que, en el Reino Unido, de 1980 a 1998 se destruyeron más puestos de trabajo de los que se crearon: el crecimiento del empleo neto fue negativo. A pesar de que observamos un conjunto de países en diferentes etapas de desarrollo y con diferente nivel de apertura al comercio internacional, vemos una tasa bastante similar de reasignación de puestos de trabajo. En la mayoría de los países, aproximadamente una quinta parte de los trabajos se crean o destruyen cada año, a pesar de las tasas muy variables de crecimiento del empleo neto.

Destrucción de empleo, creación de empleo y empleo neto en distintos países.

Figura 16.4 Destrucción de empleo, creación de empleo y empleo neto en distintos países.

John Haltiwanger, Stefano Scarpetta y Helena Schweiger. 2014. ‘Cross Country Differences in Job Reallocation: The Role of Industry, Firm Size and Regulations’. Labour Economics (26): págs. 11–25.

Ahora suponga un sistema económico en el que se creen nuevos empleos a una tasa del 2% anual, pero la destrucción del empleo esté prohibida (es decir, la tasa de destrucción del empleo es cero). Esta economía también vería un crecimiento neto del empleo del 2%. Quizá un planificador podría intentar llevar esto a cabo. La figura 16.4 muestra que no es así como funciona una economía capitalista en la práctica: no hay un planificador. La competencia y la posibilidad de obtener rentas económicas significan que crear algunos puestos de trabajo a menudo implica destruir otros.

Para comprender cómo se produce la creación y destrucción de empleo en un sector, observemos el impacto de la revolución de las tecnologías de la información en el sector de la venta minorista de EE.UU. desde la década de 1990. La adopción de sistemas que vinculan electrónicamente las cajas registradoras con los escáneres, las máquinas de procesamiento de tarjetas de crédito y los sistemas de gestión tanto para inventarios como para las relaciones con los clientes permitieron un enorme aumento de la producción por trabajador. Piense en el volumen de transacciones que gestiona cada caja en una nueva tienda de venta minorista.

La investigación muestra que el crecimiento de la productividad laboral en el sector de la venta minorista se debió en su totalidad a establecimientos nuevos más productivos (tales como unidades de venta minorista o plantas) que desplazaron a establecimientos existentes mucho menos productivos (incluidos los establecimientos más antiguos de las mismas empresas, así como tiendas y plantas propiedad de otros, donde se perdieron puestos de trabajo).

Ya mostramos la expansión masiva del empleo en la empresa estadounidense Walmart en la figura 7.1 del capítulo 7. El crecimiento de Walmart se basó en parte en la apertura de tiendas más eficientes fuera de la ciudad, gracias a las nuevas tecnologías minoristas y mayoristas.

Para el sector manufacturero, podemos usar datos detallados, recopilados a partir de todas las empresas de la economía, para mostrar cómo se produce el crecimiento de la productividad a través de la creación y destrucción de puestos de trabajo dentro de las empresas, y por su entrada y salida. Los datos para Finlandia en los años que van de 1989 a 1994, por ejemplo, muestran que el 58% del crecimiento de la productividad tuvo lugar dentro de las empresas (caso similar al ejemplo de Walmart). La salida de empresas de productividad baja supuso una cuarta parte del aumento, y un 17% fue resultado de la reasignación de puestos de trabajo y producto de las empresas de productividad baja a las de productividad alta.

El sector de la construcción de Francia ofrece otro ejemplo de la reasig­nación del trabajo que pasa de empresas más débiles a otras más fuertes. Según el Instituto Nacional de Estadística de Francia, en las empresas con una productividad muy baja (en el tramo del 25% con menor productividad) se destruyeron más puestos de trabajo de los que se crearon. Entre 1994 y 1997, estas empresas crearon el 7,1% de los nuevos puestos de trabajo y destruyeron el 16,1%, lo que implica que su empleo se redujo en un 9,0%. En claro contraste con lo anterior, en cambio, la creación de puestos de trabajo superó a la destrucción (17,1% frente a 11,8%) en las empresas de la construcción que formaban parte del 25% con mayor productividad.

Ejercicio 16.2 Un repaso a Schumpeter

  1. En el capítulo 2 hablamos sobre cómo Joseph Schumpeter caracterizó a las economías capitalistas con base en el proceso de «destrucción creativa». En sus propias palabras, explique el significado de este término.
  2. Según esta definición, formule ejemplos de destrucción y creación, e identifique a los ganadores y perdedores a corto y largo plazo.

16.3 Flujos de trabajos, flujos de trabajadores y curva de Beveridge

poder de negociación
Ventaja que tiene una persona para asegurar una mayor parte de las rentas económicas posibles como resultado de una interacción.
procíclico
Tendencia a moverse en la misma dirección que la producción agregada y el empleo a lo largo del ciclo económico. Véase también: contracíclico.
contracíclico
Tendencia a moverse en dirección opuesta a la producción agregada y el empleo a lo largo del ciclo económico.
acíclico
Sin tendencia a moverse ni en la misma dirección ni en dirección opuesta a la producción agregada y el empleo a lo largo del ciclo económico.
coaseguro
Medio de agrupar los ahorros de varios hogares para que un hogar pueda mantener el consumo cuando experimenta una caída temporal en los ingresos o una necesidad coyuntural de incrementar los gastos.
curva de Beveridge
Relación inversa entre la tasa de desempleo y la tasa de puestos de trabajo sin cubrir (cada una expresada como una fracción de la fuerza laboral). Lleva el nombre del economista británico homónimo.

Los empresarios crean y destruyen trabajos como consecuencia de su búsqueda de rentas de innovación schumpeterianas y en respuesta a la presión de la competencia en los mercados de bienes y servicios. Para la mayoría de los trabajadores, esto significa que nada es permanente: en el curso de una vida, las personas entran y salen de muchos trabajos (a menudo no por propia elección). A veces las personas cambian directamen­te de trabajo a trabajo, pero a veces también entran y salen del desempleo.

En el capítulo 5, analizamos las decisiones de un empleador (Bruno) y una empleada (Ángela) sobre las horas de trabajo y los ingresos. Una vez que se sustituyó el arma de Bruno por un sistema legal y contratos, vimos que aceptar un trabajo era un acuerdo voluntario celebrado para obtener ganancias mutuas. El poder de negociación podía haber estado distribuido desigualmente pero, en cualquier caso, el intercambio era voluntario.

Puede que un trabajador deje un trabajo voluntariamente, pero también puede darse el caso de un despido temporal involuntario (dictado por las condiciones de demanda del producto a que se enfrenta la empresa) o un despido permanente (si el puesto de trabajo se elimina).

Por otra parte, también se crean otros puestos de trabajo, como puede verse en el movimiento de destrucción y creación de empleo en EE.UU. que muestra la figura 16.5. La creación de empleo es fuertemente procíclica: esto significa que sube en los auges y cae durante las recesiones. Por el contrario, la destrucción del empleo es contracíclica: aumenta durante las recesiones. Si el cambio en una variable no está correlacionado con el ciclo económico, se llamaría acíclico. La siguiente sección mostrará cómo las políticas agregadas interactúan con esos movimientos en los flujos de trabajos y trabajadores.

Este intenso proceso de reasignación de puestos de trabajo y la capacidad del gobierno para proporcionar coaseguro llevó al economista y político inglés Lord William Beveridge (1879–1963) a convertirse en el fundador del sistema de seguridad social del Reino Unido. Los economistas también lo recuerdan porque, como a Bill Phillips, a Beveridge le otorgaron uno de los honores más altos que conceden como colectivo: bautizar la curva de Beveridge en su honor.

Ya vimos el concepto de coaseguro en el capítulo 13, cuando explicamos cómo los hogares que han sido afortunados durante un periodo determinado utilizan sus ahorros para ayudar a un hogar afectado por la mala suerte y, en el capítulo 14, cuando explicamos cómo el riesgo correlacionado limita la utilidad del coaseguro, circunstancia que ayuda a explicar el papel del gobierno en la provisión de coaseguro a través de un sistema de prestaciones por desempleo.

Creación y destrucción de empleo durante los ciclos económicos en EE.UU. (T1 2000–T2 2010).

Figura 16.5 Creación y destrucción de empleo durante los ciclos económicos en EE.UU. (T1 2000–T2 2010).

Steven J. Davis, R. Jason Faberman y John C Haltiwanger. 2012. ‘Recruiting Intensity During and After the Great Recession: National and Industry Evidence’. American Economic Review 102 (3): págs. 584–588.

La curva de Beveridge

Beveridge sugirió una relación simple entre las tasas de puestos de trabajo vacantes (la cantidad de puestos de trabajo disponibles para los trabajadores) y el nivel de desempleo (la cantidad de trabajadores que buscan trabajo) expresado como una fracción de la fuerza laboral.

Beveridge reparó en que cuando el desempleo era alto, la tasa de puestos de trabajo vacantes era baja, y cuando el desempleo era bajo, la tasa de vacantes era alta:

La relación negativa expresada por una función de pendiente decreciente entre la tasa de puestos de trabajo vacantes y la tasa de desempleo durante el ciclo económico se ilustra en la figura 16.6, que muestra dos ejemplos de lo que luego daría en conocerse como la curva de Beveridge, utilizando datos de Alemania y EE.UU. Cada punto representa un trimestre, desde 2001 T1 hasta 2015 T2.

Curvas de Beveridge para EE.UU. y Alemania (T1 2001–T2 2015).

Figura 16.6 Curvas de Beveridge para EE.UU. y Alemania (T1 2001–T2 2015).

Perspectivas de empleo de la OCDE y Estadísticas de empleo de la OCDE. 2015. Estadísticas de la OCDE.

¿Por qué hay vacantes laborales que no se cubren y, al mismo tiempo, personas desempleadas que buscan un trabajo? Cabe pensar que vincular o emparejar es complicado en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, piense en nuestras vidas amorosas: ¿con qué frecuencia buscamos la pareja perfecta, pero no somos capaces de encontrar a nadie que nos parezca adecuado?

emparejamiento en el mercado laboral
Forma en la que los empleadores que buscan empleados adicionales (es decir, con puestos de trabajo vacantes) encuentran a gente que busca trabajo. También se conoce como adecuación entre oferta y demanda en el mercado laboral.

Hay algunos factores que impiden emparejar a personas que se acaban de quedar sin empleo con las ofertas de trabajo recién publicadas (llamamos a este proceso emparejamiento en el mercado laboral):

La coincidencia debería ser más fácil cuando hay un grupo más grande de desempleados entre los que escoger. Una combinación de alto desempleo y un gran número de vacantes es un indicador de ineficiencia en el proceso de emparejamiento en el mercado laboral.

Observe tres aspectos de las curvas Beveridge de Alemania y Estados Unidos que se muestran en la figura 16.6:

¿Cómo se produjo esta mejora en el mercado laboral alemán? Parece que un conjunto de nuevas políticas, llamadas las «reformas Hartz», funcionaron. Promulgadas entre 2003 y 2005, las reformas Hartz proporcionaron una orientación más adecuada a los trabajadores desempleados para encontrar trabajo y redujeron el nivel de prestaciones por desempleo antes, a fin de proporcionar a los desempleados un acicate mayor para su búsqueda.6

La curva de EE.UU. también cambió pero, a diferencia de lo que ocurrió en Alemania, las condiciones se deterioraron. Para el periodo de T1 2001 a T2 2009, EE.UU. parece moverse a lo largo de una curva. Después de eso, la curva se separa del origen y luego parece establecerse una curva nueva, por encima y a la derecha de la anterior, lo que sugiere que el mercado laboral estadounidense se volvió menos eficiente a la hora de emparejar a los trabajadores con los puestos de trabajo. Entre 2001 y 2008, los movimien­tos del ciclo económico desplazaron a los trabajadores de todos los sectores por todo el país de la forma habitual, por lo que no se produjeron grandes discrepancias ni geográficas ni de habilidades entre los trabajadores que buscaban trabajo y los puestos vacantes. Entonces, ¿por qué se movió la curva de Beveridge?

El resultado fue que la economía pasó a encontrarse en una situación en la que, para un determinado nivel de puestos vacantes, había una tasa más alta de desempleo.

Ejercicio 16.3 Curvas de Beveridge y el mercado laboral alemán

Según las curvas de Beveridge, el mercado laboral alemán tiene más éxito a la hora de emparejar trabajadores y puestos de trabajo pero, en algunos intervalos (por ejemplo, entre el primer trimestre de 2001 y el primero de 2005), el desempleo medio en Alemania que se muestra en la figura 16.6 era más alto que el de Estados Unidos.

Considere el papel que haya podido desempeñar la demanda agregada (sección 13.2 sobre la Ley de Okun y sección 14.10 sobre la demanda agregada y el desempleo). ¿Qué tipo de datos podrían usarse para respaldar su hipótesis?

Pregunta 16.3 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

Este gráfico muestra el diagrama de curvas de Beveridge para Estados Unidos y Alemania para el periodo que va del primer trimestre de 2001 al segundo trimestre de 2015. Con base en esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • Las curvas de Beveridge ilustran la relación negativa entre la tasa de puestos de trabajo vacantes y la tasa de empleo.
  • Al mercado laboral de Estados Unidos se le dio mejor emparejar trabajadores y puestos de trabajo vacantes durante la crisis financiera de 2008–9.
  • La curva de Beveridge de Estados Unidos se desplazó después de la crisis financiera, mejorándose así el emparejamiento en el mercado laboral.
  • El ritmo de emparejamiento en Alemania mejoró después de que su curva de Beveridge se desplazara hacia 2007.
  • Las curvas de Beveridge ilustran la relación entre la tasa de puestos de trabajo vacantes y la tasa de desempleo.
  • Durante la crisis financiera global, la misma tasa de puestos de trabajo vacantes estuvo asociada con un mayor nivel de desempleo, lo que indica una mayor ineficiencia en el proceso de emparejamiento en el mercado laboral.
  • El desplazamiento hacia la derecha de la curva de Beveridge de Estados Unidos sugiere que el proceso de adecuación o emparejamiento se volvió menos eficiente.
  • La curva de Beveridge alemana se desplazó hacia la izquierda con el tiempo, lo que indica que la misma tasa de puestos de trabajo vacantes pasó a estar asociada con un menor nivel de desempleo. Por lo tanto, el proceso de emparejamiento se volvió más eficiente.

16.4 Inversión, entrada de empresas y la curva de fijación de precios a largo plazo

En la figura 16.1 vimos la notable divergencia en las tasas de desempleo de las distintas economías avanzadas que comenzó en la década de 1970. En el periodo más reciente que se muestra en el gráfico, países europeos como España, Grecia o Francia experimentaron tasas de desempleo muy altas, que oscilaron entre el 10% en Francia y más del 20% en España, mientras que en otros países, especialmente en el este de Asia (Corea del Sur, Japón) y en el norte de Europa (Austria, Noruega, Países Bajos, Suiza y Alemania), el desempleo se situó entre el 5 y el 6%.

Para explicar las principales tendencias a lo largo del tiempo y las diferencias en la tasa de desempleo entre los países, ampliamos los conceptos que hemos manejado en capítulos anteriores para pasar a modelar el largo plazo. En este modelo a largo plazo, las cosas que se supone que son constantes en los modelos de medio o corto plazo –como el tamaño de las reservas de capital y el número de empresas que operan en la economía– puedan cambiar lentamente, ajustándose por completo a un cambio en las condiciones económicas.

Factores determinantes del rendimiento económico a largo plazo

A largo plazo, la tasa de desempleo dependerá de lo bien que aborden las políticas e instituciones de un país los dos grandes problemas de incentivos de una economía capitalista:

riesgo de expropiación
Probabilidad de que el gobierno o algún otro actor le quite un activo a su propietario.

Resolver ambos problemas simultáneamente implicaría un nivel bajo de desempleo al mismo tiempo que un aumento rápido de los salarios. Ahora bien, ciertas formas de abordar uno de estos problemas pueden hacer que sea difícil abordar el otro. Por ejemplo, las políticas que conducen a salarios muy altos pueden inducir a los empleados a trabajar mucho, pero dejan a los propietarios de las empresas con pocos incentivos a invertir en la creación de nueva capacidad productiva y puestos de trabajo.8

En la próxima sección veremos que los países difieren en la forma en que abordan estos dos problemas de incentivos simultáneamente.

curva de fijación de salarios
Curva que indica el salario real necesario en cada nivel de empleo en toda la economía para ofrecer a los trabajadores incentivos a que trabajen mucho y bien.

La curva de fijación de salarios que hemos utilizado en los capítulos 6, 9, 14 y 15 muestra que los salarios han de ser más altos cuando los trabajadores desempleados esperan encontrar un trabajo nuevo fácilmente o cuando reciben un generosa prestación por desempleo, pues tanto una como otra circunstancia reducen el costo esperado de la pérdida del empleo. Esta es la razón por la que la curva de fijación de salarios está relacionada positivamente con el nivel de empleo, y por la que un aumento en la prestación por desempleo desplazará la curva hacia arriba, como muestra esta investigación.

curva de fijación de precios
Curva que indica el salario real pagado cuando las empresas eligen el precio al que maximizan beneficios.

Los incentivos necesarios para que los propietarios de las empresas inviertan están representados por la curva de fijación de precios en el modelo del mercado laboral (véase el capítulo 9).

Ampliaremos el modelo del mercado laboral al largo plazo permitiendo que las empresas entren y salgan del mercado y que los propietarios amplíen las reservas de capital o dejen que se reduzcan. Para simplificar, supongamos que las empresas tienen un tamaño determinado y que las reservas de capital aumentan o se reducen sencillamente aumentando o disminuyendo el número de empresas. Suponemos que hay rendimientos a escala constantes, de modo que, a largo plazo, los incrementos porcentuales en el empleo se igualarán con el mismo aumento porcentual en el capital.

Definimos el equilibrio a largo plazo en el mercado laboral como una situación en la que no solo los salarios reales y el nivel de empleo, sino también el número de empresas es constante (recuerde que el equilibrio siempre se define por lo que no cambia, a menos que exista una fuerza que genere un cambio que surja de elementos no considerados en el modelo).

Hay dos condiciones que determinan cómo puede cambiar el número de empresas:

¿Cuándo es probable que se produzca una salida de empresas debido a un margen demasiado bajo? Esto ocurrirá cuando la economía sea altamente competitiva, con un gran número de empresas competidoras, lo que resulta en una alta elasticidad de la demanda de los productos de la empresa y, por lo tanto, un margen de beneficio pequeño. Cuando hay «demasiadas» empresas para mantener un margen de beneficio lo suficientemente alto, entonces las empresas saldrán, lo que a su vez tenderá a elevar el margen de beneficio.

De forma similar, cuando hay pocas empresas en la economía, el grado de competencia es limitado y el margen de beneficio elevado, por lo que la tasa de beneficio resultante será suficiente para atraer nuevas empresas. Como resultado, la economía se volverá más competitiva y el margen de beneficio caerá.

Esto significa que el margen de beneficio tiende a la autocorrección. Si es demasiado bajo, las empresas saldrán y aumentará el margen de beneficio y, si es demasiado alto, las empresas entrarán y bajará.

La figura 16.7a ilustra este proceso, mostrando cómo se relacionan el número de empresas y el margen de beneficio que maximiza el beneficio. Para cada número de empresas, la línea de pendiente descendente indica el margen de beneficio que maximiza los beneficios de la empresa. La pendiente es descendente porque:

La otra línea que vemos en la figura es horizontal y muestra el margen de beneficio que es justo el suficiente para mantener el número existente de empresas, que llamamos μ*. Siga los pasos del análisis de la figura 16.7a para ver por qué el número de empresas se mantendrá estable en 210.

Entrada y salida de empresas y el margen de beneficio de equilibrio.

Figura 16.7a Entrada y salida de empresas y el margen de beneficio de equilibrio.

El margen que maximiza los beneficios

La línea con pendiente negativa indica el margen que maximiza los beneficios de la empresa para un número de empresas determinado. El número de empresas es constante e igual a 210 en el margen de beneficio de equilibrio, μ*.

Figura 16.7aa La línea con pendiente negativa indica el margen que maximiza los beneficios de la empresa para un número de empresas determinado. El número de empresas es constante e igual a 210 en el margen de beneficio de equilibrio, μ*.

Competencia y número de empresas

Cuantas más empresas haya, más competitiva será la economía, resultando en una mayor elasticidad de la demanda y un menor margen.

Figura 16.7ab Cuantas más empresas haya, más competitiva será la economía, resultando en una mayor elasticidad de la demanda y un menor margen.

Salida de empresas

Con 250 empresas, el margen está debajo de μ* y algunas empresas tendrán que salir de la economía.

Figura 16.7ac Con 250 empresas, el margen está debajo de μ* y algunas empresas tendrán que salir de la economía.

Entrada de empresas

Con 190 empresas, la economía está en B y el margen está por encima de μ*, así que accederán nuevas empresas al mercado.

Figura 16.7ad Con 190 empresas, la economía está en B y el margen está por encima de μ*, así que accederán nuevas empresas al mercado.

Ahora, usando la figura 16.7a, piense qué ocurriría si, como resultado de un cambio de gobierno, el riesgo de expropiación de la propiedad privada por parte del gobierno disminuye. Se trata de una mejora en las condiciones de funcionamiento de los negocios y podría incluir cambios en la legisla­ción que reduzcan la probabilidad de que el gobierno tome el control de las empresas o aplique cambios impredecibles a nivel de impuestos. Con mejores condiciones comerciales, se requiere un margen inferior para que las empresas puedan operar en esta economía. Siga los pasos de la figura 16.7b para ver cómo esto lleva a un aumento en el número de empresas en el punto de equilibrio.

Una mejora en las condiciones para hacer negocios: Entrada y salida de empresas y el margen de beneficio de equilibrio.

Figura 16.7b Una mejora en las condiciones para hacer negocios: Entrada y salida de empresas y el margen de beneficio de equilibrio.

Una mejora en las condiciones para hacer negocios

Esto reduce el margen de beneficio de equilibrio. Ahora el margen en A es «demasiado alto».

Figura 16.7ba Esto reduce el margen de beneficio de equilibrio. Ahora el margen en A es «demasiado alto».

Entran nuevas empresas en el mercado

La economía crece hasta alcanzar las 250 empresas.

Figura 16.7bb La economía crece hasta alcanzar las 250 empresas.

Del margen de beneficio de equilibrio a la curva de fijación de precios a largo plazo

Como antes, una vez que conocemos el margen de beneficio μ* y el producto medio del trabajo λ, también conocemos el salario real w resultante: es la proporción del producto medio del trabajo (o, lo que es lo mismo, del producto por trabajador) que no reclama el empleador a través del un margen de beneficio. Con rendimientos a escala constantes, si el capital por trabajador permanece constante, un mayor nivel de empleo es congruente con un rendimiento constante por trabajador: la curva de fijación de precios a largo plazo es plana. También observamos que, en el modelo, los trabaja­dores desempleados y empleados son idénticos debido a la existencia de desempleo involuntario en el equilibrio del mercado de trabajo.

La curva de fijación de precios a largo plazo viene dada por:

Como se muestra en la figura 16.8, este hecho nos permite traducir el margen de beneficio de equilibrio al salario real pagado, que establece la altura de la curva de fijación de precios. En el panel de la izquierda, la ecuación de la curva de fijación de precios a largo plazo se dibuja como una línea horizontal, con el margen de beneficio de equilibrio en el eje horizontal y el salario en el eje vertical: con un margen cero, el salario es igual al producto por trabajador y, cuando el margen es igual a 1 (o equivalente­mente al 100%), el salario es igual a cero.

El panel derecho de la figura 16.8 muestra la curva de fijación de precios a largo plazo para diferentes niveles del margen de beneficio de equilibrio a largo plazo. En el eje horizontal del modelo a largo plazo, el empleo se refiere al empleo con capital constante por trabajador. Podemos resumir los factores que provocarán un desplazamiento de la curva de fijación de precios a largo plazo a través de sus efectos sobre el producto por trabajador o sobre el margen.

La curva de fijación de precios a largo plazo es más alta:

Los cambios en el margen de beneficio a largo plazo cambian la curva de fijación de precios.

Figura 16.8 Los cambios en el margen de beneficio a largo plazo cambian la curva de fijación de precios.

La curva de fijación de precios a largo plazo

En el panel izquierdo, se muestra la ecuación de fijación de precios a largo plazo como una línea con pendiente negativa en un diagrama en el que se representa el margen de beneficio de equilibrio en el eje horizontal y el salario en el eje vertical.

Figura 16.8a En el panel izquierdo, se muestra la ecuación de fijación de precios a largo plazo como una línea con pendiente negativa en un diagrama en el que se representa el margen de beneficio de equilibrio en el eje horizontal y el salario en el eje vertical.

Un margen de beneficio bajo

Un margen de beneficio de equilibrio a largo plazo bajo se asocia con una curva de fijación de precios a largo plazo más alta.

Figura 16.8b Un margen de beneficio de equilibrio a largo plazo bajo se asocia con una curva de fijación de precios a largo plazo más alta.

Un margen de beneficio alto

Las curvas de fijación de precios a largo plazo son más bajas para márgenes de beneficio más altos.

Figura 16.8c Las curvas de fijación de precios a largo plazo son más bajas para márgenes de beneficio más altos.

La curva de fijación de precios a largo plazo

Una vez que conocemos el margen de beneficio de equilibrio μ* y la productividad del trabajo λ, sabemos que el salario real w viene dado por:

w es el producto por trabajador que no reclama el empleador a través del margen de beneficio.

¿Qué reduce el margen al que las entradas y salidas de empresas son cero?

Ejercicio 16.4 Medición de las condiciones de inversión

Acceda a la base de datos Doing Business del Banco Mundial.

  1. En la sección «Topics», recopile (descargue) datos sobre tres características del contexto empresarial que afectarán al margen de beneficio a largo plazo, para 20 países que usted escoja. Justifique su elección de características.

Ahora acceda a la base de datos DataBank del Banco Mundial.

  1. Descargue el PIB per cápita de los 20 países que escogió. Para cada característica, cree un diagrama de dispersión con la característica del contexto empresarial en el eje horizontal y el PIB per cápita en el eje vertical. Describa brevemente la relación entre las dos variables (si la hay).
  2. Explique por qué un buen contexto empresarial podría incrementar el PIB per cápita.
  3. ¿Por qué podría un alto PIB per cápita mejorar el contexto empresarial?
  4. Con base en su respuesta a las preguntas 3 y 4, explique los retos que podrían plantearse al interpretar la relación entre las dos variables usando un diagrama de dispersión.

Pregunta 16.4 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

La figura 16.8 muestra los gráficos de la curva de fijación de precios a largo plazo y el margen de beneficio al cual la entrada y salida de empresas es, en ambos casos, cero.

Con base en esta información, ¿cuál(es) de las siguientes afirmaciones es(son) correcta(s)?

  • Un aumento en el grado de competencia en la economía bajará la curva de fijación de precios.
  • Una tasa de interés más baja lleva a una curva de fijación de precios más baja.
  • Una menor productividad del trabajo lleva a una curva de fijación de precios más alta para un nivel dado de margen de beneficio μ*.
  • Un mayor riesgo de expropiación de los negocios en el extranjero resulta en una curva de fijación de precios más alta.
  • Un aumento en el grado de competencia reducirá el margen de beneficio y subirá la curva de fijación de precios.
  • Una tasa de interés más baja implica un menor costo de oportunidad del capital. En consecuencia, el margen de beneficio al que tanto la entrada como la salida de empresas son cero es más bajo, lo que significa que el salario correspondiente (que se indica en la curva de fijación de precios) es más alto.
  • Una menor productividad del trabajo (λ) hace que la curva de fijación de salarios reales del lado izquierdo del gráfico rote hacia abajo (pivotando sobre μ* = 1 en el eje horizontal). Esto desplaza las curvas de fijación de precios hacia abajo para un μ* dado.
  • Esto rebajará el rendimiento esperado de las inversiones en el extranjero, lo que a su vez reducirá los beneficios de equilibrio a nivel nacional y, por lo tanto, el margen de beneficio. Todo esto lleva a una curva de fijación de precios más alta.

Pregunta 16.5 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

¿Cuál de las siguientes afirmaciones es correcta con respecto al modelo del mercado laboral?

  • En los modelos de corto y medio plazo, la cantidad de capital permanece fija, mientras que en el modelo de largo plazo la cantidad de capital puede variar.
  • El progreso tecnológico que economiza trabajo aumenta el desempleo, tanto a corto como a largo plazo.
  • En el modelo del largo plazo, las empresas entran al mercado cuando el margen de beneficio es bajo.
  • En el modelo del largo plazo, el margen de beneficio es independiente del número de empresas.
  • Es así como definimos el largo plazo.
  • A un nivel de reservas de capital dado, el progreso tecnológico que economiza trabajo aumenta el desempleo pero, a medida que las reservas de capital aumentan con la entrada de nuevas empresas, el desempleo cae y puede llegar a ser más bajo que en el momento inicial.
  • Las empresas entran cuando el margen de beneficio es alto, lo que implica una tasa de beneficio más alta.
  • El margen de beneficio se corrige a sí mismo con la entrada y salida de empresas del mercado: un margen de beneficio alto conduce a que entren más empresas, lo que resulta en una caída del margen; en cambio, un margen de beneficio bajo lleva a que salgan empresas, resultando en un aumento del margen.

16.5 Nuevas tecnologías, salarios y desempleo a largo plazo

Hemos visto que, contrariamente a los temores de los luditas, el aumento constante de la cantidad producida en una hora de trabajo no ha resultado en un desempleo cada vez mayor. Son los salarios los que han aumentado de media, no el desempleo.

En muchos países, la combinación de progreso tecnológico y de inversión que aumenta las reservas de capital ha tenido como consecuencia una duplicación de la productividad del trabajo de una generación a la siguiente. Nuestro modelo mostraba el resultado: un aumento en el salario real consistente con unos beneficios lo suficientemente altos como para motivar a los propietarios de las empresas a seguir invirtiendo en lugar de usar su riqueza de otras maneras.

Los luditas estaban en lo cierto al preocuparse por las dificultades que experimentan los que se quedan sin trabajo. Ahora bien, lo que no percibieron es que los beneficios adicionales que hicieron posible la introducción de las nuevas tecnologías proporcionaron una especie de autocorrección: inversiones adicionales que tarde o temprano llevarían a la creación de nuevos puestos de trabajo.

El desplazamiento hacia arriba de la curva de fijación de precios se ilustra en la figura 16.9a, que muestra el statu quo («tecnología antigua») con el equilibrio a largo plazo en A y un avance tecnológico que desplaza el equilibrio a largo plazo a B. En el punto B, el salario real es más alto y también lo es la tasa de empleo; en otras palabras, el desempleo es más bajo. El modelo muestra que el progreso tecnológico no necesariamente aumenta el desempleo en la economía en su conjunto.

Antes de examinar las experiencias de desempleo en diferentes países, debemos entender:

La tasa de desempleo a largo plazo y la tecnología nueva.

Figura 16.9a La tasa de desempleo a largo plazo y la tecnología nueva.

El equilibrio a largo plazo antes de la introducción de la tecnología nueva.

Se sitúa en el punto A.

Figura 16.9aa Se sitúa en el punto A.

Un avance tecnológico

Desplaza la producción por trabajador y la curva de fijación de precios hacia arriba.

Figura 16.9ab Desplaza la producción por trabajador y la curva de fijación de precios hacia arriba.

El efecto del equilibrio a largo plazo sobre el empleo

En el punto B, el salario real es más alto y el desempleo es más bajo.

Figura 16.9ac En el punto B, el salario real es más alto y el desempleo es más bajo.

Nuevos conocimientos y nuevas tecnologías: la brecha de difusión de la innovación

brecha de difusión
Lapso entre la primera introducción de una innovación y su uso generalizado. Véase también: difusión.

A menudo lleva años –si no décadas– que una tecnología mejorada se introduzca de manera generalizada en una economía. Esta brecha de difusión causa diferencias entre la productividad del trabajo de las empresas más avanzadas y las empresas que sufren un retraso tecnológico.

En el Reino Unido, un estudio mostró que las empresas más productivas son más de cinco veces más productivas que las empresas menos productivas. Se han encontrado diferencias similares en la productividad de las empresas de la India y China. En el sector de la electrónica de Indonesia –parte de un mercado global altamente competitivo–, los datos de finales de la década de 1990 muestran que las empresas en el percentil 75o eran ocho veces más productivas que las del percentil 25o.

Las empresas de baja productividad logran mantenerse a flote porque pagan salarios más bajos a sus empleados y, en muchos casos, porque el capital de los propietarios también obtiene una tasa de beneficio menor. Cerrar las brechas de difusión puede incrementar significativamente la velocidad a la que se generaliza el uso de nuevos conocimientos y nuevas prácticas de gestión.

Esto puede ocurrir cuando un sindicato negocia salarios de tal forma que trabajadores equivalentes reciban el mismo salario en toda la economía. Una consecuencia de esto es que las empresas menos productivas (que son las que pagan salarios bajos) experimentarán aumentos salariales, lo que hará que algunas de estas empresas no sean rentables y tengan que cerrar. Los sindicatos también podrían respaldar políticas gubernamentales que ayuden a acelerar la salida de las empresas que no son productivas, aumentar la productividad media en la economía y desplazar hacia arriba la curva de fijación de precios. En este caso, las asociaciones de trabajadores pueden ayudar a provocar la destrucción creativa en lugar de resistirse a ella.

Las asociaciones empresariales también pueden formar parte del proceso de destrucción creativa evitando tratar de prolongar la vida de empresas que no son productivas, a sabiendas de que su desaparición es parte del proceso que hace que crezca la torta. No obstante, en muchos casos, empleados y empresarios de las empresas rezagadas no actúan de esta manera, sino que obtienen protección a través de subsidios, protección arancelaria y rescates que garantizan, al menos por un tiempo, la supervivencia de la empresa improductiva y sus empleos.

La velocidad a la que la curva de fijación de precios de la economía se desplace hacia arriba depende de cuál de estas dos actitudes hacia el proceso de destrucción creativa predomine. Las economías difieren mucho a este respecto.

Ajuste al cambio tecnológico: la brecha de ajuste del empleo y los salarios

Las economías también difieren en cómo transitan desde el equilibrio del statu quo en A a un nuevo equilibrio como el punto B de la figura 16.9b.

Recuerde que la curva de fijación de precios en el modelo a largo plazo es un nivel de salario real tal que las empresas no entrarán ni saldrán de la economía. Así pues, el paso del punto A (con un 6% de desempleo) al punto B (con un 4% de desempleo) se produjo porque hubo empresas que entraron en la economía, un proceso que lleva algún tiempo. ¿Qué pasó por el camino? Siga los pasos del análisis de la figura 16.9b para ver una ruta de evolución posible.

Tasa de desempleo a largo plazo y tecnología nueva.

Figura 16.9b Tasa de desempleo a largo plazo y tecnología nueva.

La respuesta a una tecnología nueva

Una tecnología nueva significa que con menos trabajadores se puede producir lo mismo. ¿Cómo se ajusta la economía?

Figura 16.ba Una tecnología nueva significa que con menos trabajadores se puede producir lo mismo. ¿Cómo se ajusta la economía?

La aplicación de la tecnología nueva.

En un primer momento, la tecnología nueva deja a un número significativo de trabajadores sin trabajo. En el punto D, el salario es el mismo pero hay menos puestos de trabajo.

Figura 16.bb En un primer momento, la tecnología nueva deja a un número significativo de trabajadores sin trabajo. En el punto D, el salario es el mismo pero hay menos puestos de trabajo.

Los beneficios económicos son altos en D

Habrá empresas nuevas que se sentirán atraídas hacia la economía y la inversión aumentará. El desempleo finalmente caerá a medida que la economía se mueva de D a E.

Figura 16.bc Habrá empresas nuevas que se sentirán atraídas hacia la economía y la inversión aumentará. El desempleo finalmente caerá a medida que la economía se mueva de D a E.

Los salarios suben

Con un desempleo menor, las empresas tienen que establecer salarios más altos para asegurarse de que los trabajadores realicen un esfuerzo adecuado, por lo que los salarios suben.

Figura 16.bd Con un desempleo menor, las empresas tienen que establecer salarios más altos para asegurarse de que los trabajadores realicen un esfuerzo adecuado, por lo que los salarios suben.

Un equilibrio nuevo

El ajuste se detiene cuando la economía se sitúa en el punto B, con salarios reales más altos y menor desempleo a largo plazo.

Figura 16.be El ajuste se detiene cuando la economía se sitúa en el punto B, con salarios reales más altos y menor desempleo a largo plazo.

¿Han ganado todos a lo largo de este viaje? Solo si se comparan los puntos inicial y final o si contempla un horizonte temporal lo suficiente­mente largo. El tiempo entre la introducción de la nueva tecnología y el nuevo equilibrio a largo plazo por lo general se mide en años o incluso en décadas, no en semanas ni en meses. Los trabajadores más jóvenes podrían tener más que ganar con los salarios y el empleo finales más altos, pero los trabajadores de más edad tal vez nunca experimenten el resultado de B.

Además, tenga en cuenta que en la figura 16.9b asumimos que el salario real no disminuyó a corto plazo pero, si la economía se desplazara al punto D, las empresas podrían reducir el salario real de modo que se situara sobre la curva de fijación de salarios en el nuevo nivel de desempleo. Esta situación es particularmente probable si la nueva inversión que llevaría a la economía al punto E tarda en llegar. En ese caso, los salarios pueden caer bajo la presión de un mayor desempleo antes de que el empleo se ajuste.

Ya hemos visto que, en Gran Bretaña, el ajuste al progreso tecnológico en los siglos xviii y xix (la Revolución Industrial) no fue rápido. Hubo un retraso prolongado antes de que los salarios reales comenzaran a aumentar de manera sostenida, a partir de alrededor de 1830.

brecha de ajuste
Lapso entre algún cambio externo en las condiciones del mercado laboral y el movimiento de la economía hacia las inmediaciones del nuevo equilibrio.

Al igual que en el caso de la brecha de difusión, las políticas públicas, los sindicatos y las prácticas asociativas de los empleadores pueden alterar el tamaño de esta brecha de ajuste del empleo y los salarios. La política económica del gobierno puede ayudar a reasignar trabajadores a empresas y sectores nuevos ofreciendo servicios de búsqueda de empleo y reciclaje profesional, y proporcionando prestaciones por desempleo durante un horizonte temporal acotado. Esto ayuda a los trabajadores que salen de las empresas en quiebra a pasar rápidamente a trabajar para otras mejores.

El tamaño de estas brechas de ajuste también depende de las instituciones y las políticas que podrían facilitar o dificultar la creación de empleos en sectores nuevos. Si el salario está por debajo de la curva de fijación de precios, los beneficios son suficientes para crear inversiones nuevas y formar empresas nuevas. Esto forma parte del proceso de adaptación a la destrucción creativa. Algunos países tienen políticas de regulación de la competencia y del mercado de productos bien diseñadas que hacen que resulte fácil montar un negocio nuevo. En otros, los negocios ya establecidos han logrado dificultar la entrada de nuevas empresas al mercado, lo que ralentiza o incluso impide que la economía pase al punto B.

Si considera de nuevo la figura 16.1, tal vez se pregunte por qué la tasa de desempleo no disminuye continuamente en un mundo con progreso tecnológico continuo. La razón es que hay otras fuerzas operando en la economía que hacen que la curva de fijación de salarios se desplace hacia arriba. Los sindicatos podrían ser responsables de este desplaza­miento (como vimos en el capítulo 9), pero hay otras explicaciones:

Exploraremos en mayor detalle estas fuerzas en el capítulo 17 cuando estudiemos la edad de oro del capitalismo después de la Segunda Guerra Mundial.

Lecciones sobre la destrucción creativa y la estabilización del consumo

A estas alturas, es posible que haya notado que hay dos temas recurrentes en este curso:

Estos dos temas están relacionados. Las personas que sufren la destrucción de sus puestos de trabajo sufrirán menos si pueden suavizar su consumo. Las economías difieren mucho en la medida en que sus políticas, cultura e instituciones permiten la estabilización del consumo. En las que lo hacen bien, es probable que la resistencia a las fuerzas creadoras y destructivas del progreso tecnológico sea baja. En las que no, tanto los empresarios como los empleados tratarán de encontrar formas de resistir (o detener) el proceso de destrucción creativa, prefiriendo defender los activos de sus empresas y los trabajos existentes.

Un ejemplo es la actitud de los sindicatos ante el proceso de destrucción y creación de empleo. En países con oportunidades adecuadas para estabilizar el consumo, los sindicatos tienden a no insistir en el derecho del trabajador a mantener un puesto de trabajo en particular. En cambio, demandan nuevas oportunidades laborales adecuadas y apoyo en la búsqueda y capacitación para un nuevo trabajo.

legislación de protección del empleo
Leyes que hacen que el despido sea más costoso (o imposible) para los empleadores.

En otros países, los sindicatos y las políticas gubernamentales buscan mantener el statu quo actual de emparejamiento de trabajadores y puestos, por ejemplo, haciendo que sea más difícil rescindir un contrato laboral, incluso cuando el trabajador no haya tenido un rendimiento adecuado en el puesto. Esta legislación de protección del empleo puede ser perjudicial para el desempeño del mercado laboral al ampliar las brechas de difusión y ajuste y desacelerar la tasa de progreso técnico, al tiempo que empuja hacia arriba la curva de fijación de salarios.9

Estas respuestas dispares ante las oportunidades y desafíos que presenta la destrucción creativa nos ayudarán a entender por qué algunas economías han tenido un mejor desempeño que otras en la historia reciente.

Pregunta 16.6 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

Vea nuestro video «Economistas en acción» con John van Reenen sobre los factores determinantes de la productividad de las empresas. Según el video, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • La gran variación en la productividad entre países y empresas se debe a diferencias en las prácticas de gestión.
  • La apertura de un país a la inversión extranjera directa (IED) es más importante que la destrucción creativa para mejorar la productividad.
  • La parte «creativa» de la destrucción creativa es eficaz para mejorar la productividad a corto y largo plazo.
  • La apertura de un país a las importaciones puede afectar su productividad.
  • Las diferentes prácticas de gestión son parte de la explicación, pero no explican completamente la gran variación existente. La tecnología y la tasa de difusión de la innovación es otro determinante importante.
  • Si bien la apertura de un país a la IED es un factor importante para mejorar la productividad, el video no sugiere que sea más importante que la destrucción creativa.
  • Incrementar la productividad media a través de nuevas entradas e innovación (la parte «creativa») lleva tiempo y los efectos generalmente solo se pueden ver a largo plazo. El cierre de plantas de baja productividad elevará la productividad media a corto plazo, un fenómeno que en ocasiones se conoce como el efecto del «promedio de bateo».
  • La apertura a las importaciones afecta al flujo de ideas nuevas que fluyen hacia el interior la economía, algo que puede promover los avances tecnológicos y la innovación.

Pregunta 16.7 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

La figura 16.9b muestra el proceso de ajuste a largo plazo en el mercado laboral después de producirse una situación de progreso tecnológico.

Según esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • La nueva tecnología no causa ningún aumento en el desempleo, ni a corto ni a largo plazo.
  • En D, las empresas aumentan la inversión y, por lo tanto, el empleo, debido a la gran brecha entre el salario real pagado y la curva de fijación de salarios de los trabajadores.
  • Un desempleo más bajo en E implica que hace falta un salario más alto para inducir a los trabajadores a realizar un gran esfuerzo, lo que resulta en un salario real más alto en B.
  • El ajuste del equilibrio A al nuevo equilibrio en B es inmediato.
  • A corto plazo, hay algunos trabajadores que pierden su trabajo, lo que aumenta el desempleo, como lo demuestra el movimiento del punto A al punto D.
  • Las empresas aumentan la inversión debido a la gran brecha entre el antiguo salario real (línea continua) y el nuevo producto por trabajador (línea discontinua), lo que implica mayores beneficios.
  • E está por debajo de la curva de fijación de salarios, por lo que los trabajadores necesitan un salario más alto que logre inducirlos a trabajar.
  • El ajuste al nuevo equilibrio requiere la entrada de nuevas empresas, algo que puede llevar una cantidad considerable de tiempo.

16.6 Cambio tecnológico y desigualdad de ingresos

corto plazo (modelo)
El término no se refiere a un periodo de tiempo, sino a lo que es exógeno: precios, salarios, capital social, tecnología, instituciones. Véase también: ingreso, bienes de capital o equipo, tecnología, instituciones, medio plazo (modelo), largo plazo (modelo).
largo plazo (modelo)
El término no se refiere a un periodo de tiempo, sino a lo que es exógeno. Una curva de costos a largo plazo, por ejemplo, se refiere a los costos cuando la empresa puede ajustar completamente todos los insumos, incluidos sus bienes de capital; ahora bien, la tecnología y las instituciones de la economía son exógenas. Véase también: tecnología, instituciones, corto plazo (modelo), medio plazo (modelo).

¿Qué sucede con la distribución del ingreso en una economía cuando se introduce una nueva tecnología que aumenta la productividad del trabajo? Piense en el caso que acabamos de estudiar en las figuras 16.9a y 16.9b, donde destacamos el contraste entre el impacto inmediato a corto plazo y el resultado a largo plazo que se genera una vez que los mayores beneficios, posibles gracias a la innovación, han motivado inversiones adicionales por parte de los empresarios.

En el corto plazo, la economía se mueve del punto A al punto D en la figura 16.9b. La nueva tecnología aumenta el producto por trabajador y reduce la cantidad de personas empleadas. Para aquellos empleados en D, suponemos que a corto plazo el salario real no se ve afectado.

¿Cuál es el efecto sobre la desigualdad en el corto plazo, en el punto D? La desigualdad aumenta por dos motivos: primero, debido al aumento del número de trabajadores desempleados con ingresos bajos o nulos y, en segundo lugar, porque a corto plazo solo los empleadores obtienen beneficios de la nueva tecnología. La participación de los empleadores en el producto aumenta. Todo esto se resume en la primera fila de la figura 16.10. Por supuesto, una caída de los salarios en D hasta situarse en la curva de fijación de salarios habría exacerbado el aumento de la desigualdad.

Pero el proceso no termina aquí. El punto D de la figura 16.9b no es un equilibrio de Nash porque, con el nuevo nivel de productividad y el antiguo salario real, las empresas están obteniendo suficientes beneficios como para atraer a nuevas empresas al mercado o incentivar a las empresas existentes a expandir su producción. Volviendo a la figura 16.9b, vemos que la economía se expande y hay más personas empleadas. Esto también empuja los salarios a lo largo de la curva de fijación de salarios. Este proceso continuará hasta que el salario sea lo suficientemente alto como para que las empresas dejen de expandirse o entrar en la economía, es decir, hasta que la economía alcance el punto B, el nuevo equilibrio de Nash.

  En la Figura 16.9b Empleo Desempleo Participación salarial Desigualdad
Corto plazo (el número de empresas y sus reservas de capital no cambian) De A a D Baja Sube Baja Sube
Largo plazo (el resultado se ajusta completamente al nuevo equilibrio de Nash del modelo, sin cambios en la curva de fijación de salarios) De A a B Sube Baja No cambia Baja ligeramente

Efectos de las mejoras tecnológicas en el modelo del mercado laboral: a corto y a largo plazo.

Figura 16.10 Efectos de las mejoras tecnológicas en el modelo del mercado laboral: a corto y a largo plazo.

Al comparar el nuevo equilibrio de Nash en el punto B con el inicial en el punto A, tanto los trabajadores como los empleadores se benefician de la nueva tecnología. La participación salarial ha vuelto a su nivel inicial y la desigualdad es menor en B porque la tasa de desempleo es más baja. Tenga en cuenta que aunque la participación de los salarios en B no es más alta que en A, los salarios reales son más altos.

El efecto a largo plazo del cambio en la tecnología fue reducir levemente la desigualdad porque:

Para ver el efecto sobre la desigualdad, representaremos la situación inicial mediante una curva de Lorenz (introdujimos este concepto en el capítulo 5 y también lo utilizamos en los capítulos 9 y 10) y luego veremos cómo cambia su forma. En la figura 16.11, los desempleados, los trabajadores y los empleadores se muestran en el eje horizontal.

La línea continua de la figura 16.11 es la curva de Lorenz correspondiente a la situación en el punto A de la figura 16.9b. Cuando el desempleo aumenta a D (en el eje horizontal), la curva de Lorenz se desplaza a la línea discontinua. La esquina de la curva se produce en un punto más bajo, lo que refleja la menor participación de los salarios en el punto D. A la larga, el desempleo cae a B y la participación salarial vuelve a su nivel inicial. La curva de Lorenz se desplaza hacia adentro.

Siga los pasos del análisis de la figura 16.11 para ver cómo cambia la curva de Lorenz de camino al nuevo equilibrio.

Efectos de una nueva tecnología en la desigualdad: corto y largo plazo.

Figura 16.11 Efectos de una nueva tecnología en la desigualdad: corto y largo plazo.

Desempleo antes de que se introduzca una tecnología nueva

La economía comienza en un equilibrio a largo plazo antes de la nueva tecnología, con una porción A de la población desempleada (correspondiente al punto A en la figura 16.9b).

Figura 16.11a La economía comienza en un equilibrio a largo plazo antes de la nueva tecnología, con una porción A de la población desempleada (correspondiente al punto A en la figura 16.9b).

La aplicación de la tecnología nueva

Esto separa a algunos trabajadores de sus trabajos, de modo que el desempleo aumenta ahora a D (correspondiente al punto D en la figura 16.9b). Suponemos que los salarios siguen siendo los mismos para el resto de los trabajadores; por lo tanto, dado que el producto por trabajador ha aumentado, la participación salarial en el producto total disminuye.

Figura 16.11b Esto separa a algunos trabajadores de sus trabajos, de modo que el desempleo aumenta ahora a D (correspondiente al punto D en la figura 16.9b). Suponemos que los salarios siguen siendo los mismos para el resto de los trabajadores; por lo tanto, dado que el producto por trabajador ha aumentado, la participación salarial en el producto total disminuye.

Los beneficios económicos son altos

Nuevas empresas se sentirán atraídas hacia la economía y la inversión aumentará, por lo que las empresas existentes se expandirán. El desempleo finalmente caerá al nivel mostrado en el punto B, el nuevo equilibrio a largo plazo.

Figura 16.11c Nuevas empresas se sentirán atraídas hacia la economía y la inversión aumentará, por lo que las empresas existentes se expandirán. El desempleo finalmente caerá al nivel mostrado en el punto B, el nuevo equilibrio a largo plazo.

Ejercicio 16.5 Progreso tecnológico y desigualdad

El Einstein del capítulo 9 mostraba que el coeficiente de Gini g puede calcularse a partir de los tres grupos de personas que conformaban el mercado laboral de la economía de la siguiente manera:

Aquí, u representa la fracción desempleada, n la fracción de la fuerza de trabajo con empleo, la cantidad (1 − nu) la fracción de la fuerza de trabajo que son empleadores, w el salario real, y λ el producto por trabajador. La expresión w/λ es la fracción del producto total que los salarios de los trabajadores pueden comprar, o sea, la participación de la masa salarial en el producto de la economía. Esto tambien se ve en que wn es el total de salarios pagado, y λn es el producto total de la economía.

En la curva de Lorenz inicial (antes del cambio tecnológico), supongamos que hay 6 desempleados, 84 empleados y 10 empleadores, con salarios suficientes para comprar el 60% del producto.

  1. Confirme que el coeficiente de Gini en este caso sería 0,336.
  2. Ahora supongamos que el progreso tecnológico lleva a 4 trabajadores a perder sus empleos mientras que el producto se mantiene constante, y el nivel salarial de los trabajadores restantes también se mantiene constante, por lo que los beneficios aumentan en la misma cantidad que la reducción en la masa salarial. ¿Cuál es la nueva participación de la masa salarial? ¿Cuál es el nuevo coeficiente de Gini?
  3. A la larga, suponga que hay 4 desempleados, 86 empleados y 10 empleadores, y la participación salarial en el producto total vuelve al 60%. ¿Cuál es el coeficiente de Gini ahora? Con sus propias palabras, explique por qué aumentó la desigualdad a corto plazo mientras que cayó a largo plazo.

Pregunta 16.8 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

¿La introducción de una nueva tecnología que ahorre trabajo resulta en…?

  • Mayor participación salarial en el producto y mayor coeficiente de Gini a corto plazo.
  • Menor participación salarial en el producto y mayor coeficiente de Gini a corto plazo.
  • Menor participación salarial en el producto y menor coeficiente de Gini a corto plazo.
  • Mayor desempleo, menor participación salarial en el producto y mayor coeficiente de Gini a largo plazo.
  • La tecnología que ahorra trabajo conduce a un mayor desempleo, mientras que el salario y el producto total son constantes. Esto significa que la participación del beneficio en el producto total de la economía es mayor y la participación salarial es menor. El coeficiente de Gini es más alto.
  • El aumento del desempleo reduce los salarios y, por lo tanto, la participación salarial en el producto total de la economía.
  • Un mayor desempleo con salarios y producto total constantes reduce la participación salarial en el producto, pero aumenta el coeficiente de Gini.
  • A la larga, las mejoras tecnológicas también traen como resultado la creación de empleo, lo que lleva a una disminución del desempleo. La participación salarial permanece constante porque el margen de beneficio es constante y el coeficiente de Gini es más bajo.

16.7 ¿Cuánto tiempo tardan los mercados laborales en ajustarse a los shocks?

¿Qué tan largo es el largo plazo? En 1923, John Maynard Keynes escribió:

«El largo plazo es una guía engañosa para asuntos de actualidad. A largo plazo, estaremos todos muertos. Los economistas se encomiendan a sí mismos una tarea demasiado fácil y demasiado inútil si, en épocas tempestuosas, lo único que son capaces de decirnos es que, cuando la tormenta haya pasado, el mar volverá a estar como un plato.» (Breve tratado sobre la reforma monetaria).10

Lo que usted piense acerca de la cita de Keynes, especialmente la parte en cursiva, puede depender de su edad (él tenía 40 años y viviría otros 23 años más). En la metáfora de Keynes, el mar está como un plato en el equilibrio, pero, para quien está interesado en una navegación segura, quizás sea más importante lo que sucede en el tránsito de un equilibrio a otro o, en otras palabras, cuando se atraviesa la tormenta. Keynes abogó por lo que antes hemos denominado una visión dinámica de la economía, es decir, una que se centra en los cambios.

En la sección 16.5 estudiamos cómo, si el mercado laboral se desequilibra por una innovación que ahorra trabajo y deja a un número de empleados sin trabajo, puede haber un nuevo equilibrio a largo plazo en el que los trabajadores separados de sus puestos por la innovación vuelvan a trabajar a salarios más altos. A lo que iba Keynes era a que las buenas políticas económicas deben basarse en una comprensión de cómo la economía pasa de un equilibrio a otro y cuánto tiempo tarda en hacerlo.

No obstante, muchos economistas han adoptado lo que Keynes llamó el enfoque «fácil» y se han centrado en estudiar uno o más equilibrios. Cuando algo cambia (como una nueva tecnología), los economistas comparan el equilibrio antes y después del cambio. Esto se denomina enfoque estático comparativo (estático significa inmutable, por lo que la idea es comparar dos cosas que son diferentes –el antes y el después– pero que son en sí mismas estáticas).

Hal Varian (1947–), un importante teórico económico estadounidense, señala las dificultades de saber qué sucede fuera del equilibrio. Así les dice a los lectores de su popular texto sobre microeconomía: «en general, ignoraremos la cuestión de cómo se alcanza el equilibrio y nos centraremos solo en la cuestión de cómo las empresas se comportan en el equilibrio».

Varian tiene razón: es importante saber qué sucede en el equilibrio y cómo el nivel de empleo, los salarios y los beneficios que se producen en equilibrio diferirán dependiendo de las condiciones y las políticas adoptadas. Tampoco es cierto que a la larga «todos» vayamos a estar muertos, a menos que las únicas personas que cuenten como «nosotros» sean los que viven ahora, no las generaciones futuras que vendrán después y experimentarán los efectos a largo plazo de las políticas adoptadas ahora. Además, sabemos por el capítulo 4 que a la gente le importa el bienestar de los demás, por lo que el largo plazo importa, incluso si es muy largo.

Si, cuando las cosas cambian, la economía se mueve rápidamente de un equilibrio a otro, el enfoque estático comparativo defendido por Varian tiene sentido. Si el proceso de alcanzar el equilibrio nuevo lleva mucho tiempo o no podemos estar seguros de que la economía se moverá a otro equilibrio (véase «¿Existen las burbujas?» en el capítulo 11), entonces el énfasis de Keynes en la dinámica del proceso de ajuste parece apropiado.

En el capítulo 11 explicamos que, cuando un mercado no está en equilibrio, hay oportunidades para que los actores económicos se beneficien cambiando el precio o la cantidad que están vendiendo o comprando. Estas actividades conocidas como de búsqueda de rentas son parte del proceso por el que se establece un nuevo equilibrio. En un mercado de pescado, por ejemplo, la búsqueda de rentas sencillamente significa ofrecer o cobrar un precio diferente, y el proceso por el que se llega a un nuevo equilibrio es relativamente rápido.

Sin embargo, en el mercado laboral, cuando la competencia de otras empresas ha reducido la demanda de un bien que un trabajador producía y causado que pierda su trabajo, el proceso de ajuste será más lento. La razón es que la búsqueda de rentas que puede generar un nuevo equilibrio tal vez implique que el trabajador tenga que reciclarse profesionalmente para desarrollar un conjunto nuevo de habilidades, o puede que el trabajador tenga que mudarse con toda su familia, con el consiguiente desarraigo, para buscar trabajo en una nueva ubicación.

El debate sobre la velocidad del ajuste del mercado laboral de EE.UU. al «shock» de la competencia de las importaciones de productos manufactu­rados de China es un ejemplo típico. Aproximadamente a principios del presente siglo, después de más de una década de importaciones de China en rápido aumento, el consenso generalizado entre los economistas estadounidenses era que las importaciones no tenían ningún efecto negativo importante sobre los salarios o el empleo, en parte porque los trabajadores que producían bienes que compiten con las importaciones podrían mudarse fácilmente a otras regiones. En otro de nuestros videos anteriores de «Economistas en acción» sobre producción global y externalización, Richard Freeman preguntaba si los salarios de EE.UU. no se estarían «fijando en Pekín» y respondía con un rotundo «no».

Sin embargo, incluso entonces se iban acumulando pruebas de que el ajuste de la economía de EE.UU. al shock de China no iba a ser un simple salto de estática comparativa de libro de texto que pasase de un equilibrio a otro. La mayoría de los economistas no anticiparon hasta qué punto China dominaría rápidamente la producción mundial de productos manufacturados: en 1990, China produjo la vigésima parte de los productos manufacturados del mundo; un cuarto de siglo después producía ya un cuarto del total mundial.

Pero no fue solo el tamaño inesperado del shock de China lo que anuló el optimismo de muchos economistas; además, el ajuste del mercado laboral no se produjo tan rápido como se había supuesto que sucedería.

El impacto en los mercados laborales de EE.UU. se concentró geográfi­camente: partes del estado de Tennessee especializadas en la producción de muebles y expuestas a la competencia de China recibieron un duro golpe, mientras que el cercano estado de Alabama, especializado en industria pesada, apenas se vio afectado, ya que la industria pesada china no exportaba a Estados Unidos. La concentración geográfica de los efectos del shock de China ha permitido a los economistas estudiar cómo se ajustaron los mercados laborales.11

Descubrieron que en los mercados laborales de EE.UU. el largo plazo es un tiempo muy largo. Las regiones “expuestas a China” sufrieron pérdidas importantes a nivel de empleo manufacturero; a muchos de los que quedaron desempleados les resultó imposible encontrar trabajo en su localidad y se dieron por vencidos, abandonando así la fuerza de trabajo. Muy pocos salieron de la región. Las localidades afectadas por la competen­cia de las importaciones en la década de 1990 continuaban siendo zonas de economía deprimida en la segunda década de este siglo. Entre 1999 y 2011, el shock de China provocó una pérdida de 2,4 millones de empleos.

La conclusión a la que llegó un importante estudio del shock de China sonó más a Keynes que a Varian. Si se tuviera que proyectar el impacto en el mercado laboral de EE.UU., sin contar para ello con otra cosa que un libro de texto estándar de economía básica, se podrían predecir grandes movimientos de trabajadores entre los sectores industriales estadounidenses de bienes exportables (es decir, que se exportan o compiten con las importaciones) como, por ejemplo, de ropa o muebles a productos farmacéuticos o aviones a reacción. También cabría esperar una reasignación limitada de empleos de los sectores de bienes exportables a los de bienes no exportables, pero ningún impacto neto en el empleo agregado de los Estados Unidos. La realidad del ajuste al shock comercial provocado por China ha sido muy diferente.

Es probable que el ajuste a la introducción de maquinaria ahorradora de mano de obra, que hemos estudiado en este capítulo, sea igual de lento. En el capítulo 18 volveremos al papel de China en la economía mundial y mostra­remos que la respuesta al shock de China en Alemania fue bastante diferente.

16.8 Instituciones y políticas: ¿Por qué algunos países lo hacen mejor que otros?

¿Qué queremos decir cuando hablamos de un «buen» rendimiento o un «buen» resultado? La respuesta es importante porque los ciudadanos que votan a partidos con programas económicos distintos y los que diseñan políticas que intentan mejorar esos programas necesitarán manejar algún concepto de lo que es deseable, ya sea para el individuo, el diseñador de políticas o la nación.

Como vimos en el capítulo 3, las personas valoran su tiempo libre, así como su acceso a bienes. Por lo tanto, su compensación por hora de trabajo será un elemento importante para evaluar el desempeño de un país. En cualquier año dado, un «buen» desempeño es aquel en que el desempleo es bajo y los salarios reales por hora son altos. Poniendo esto en un entorno dinámico y evaluando una economía a lo largo de muchos años, juzgamos el desempeño como «bueno» si un país combina un rápido crecimiento de los salarios reales por hora de trabajo con una tasa de desempleo baja.

Por supuesto, hay otras dimensiones del rendimiento económico a largo plazo que preocupan a la mayoría de las personas. Nos puede importar si la distribución de las recompensas económicas es justa, si la relación de la economía con el entorno natural es sostenible o no, o la medida en que los hogares están expuestos a la inseguridad económica derivada de las fluctua­ciones del ciclo económico. No obstante, aquí nos enfocaremos únicamente en el crecimiento de los salarios reales por hora y la tasa de desempleo.

Usamos el modelo del mercado laboral y la curva de Beveridge para ver que para lograr un buen desempeño, una economía debe contar con dos capacidades:

El cambio tecnológico significa la desaparición de puestos de trabajo en empresas en las que la nueva tecnología sustituye a los trabajadores. Los puestos de trabajo también desaparecen a medida que entran empresas nuevas en la economía, y los que no pueden adaptarse a las nuevas condiciones, cierran. La curva de Beveridge resalta la importancia de emparejar trabajadores y vacantes en el mercado laboral. En la figura 16.9b vimos que el impacto inicial de las nuevas tecnologías es separar a los trabajadores de sus trabajos: la curva de Beveridge resume la capacidad de la economía para reubicar rápidamente a los trabajadores que han perdido su trabajo en otros puestos, acortando así el periodo que la economía pasa en la situación de corto plazo (punto D, figura 16.9b).

La figura 16.12 muestra el rendimiento a largo plazo (durante un periodo de 40 años) para un grupo de economías avanzadas, utilizando los criterios del crecimiento salarial real y la tasa de desempleo. Estudiamos un periodo prolongado porque no queremos que nuestra evaluación del desempeño a largo plazo se vea afectada por la fase particular del ciclo económico en la que se encuentre un país (la situación será mucho mejor en un pico de auge que en el valle del mínimo). Usamos los salarios del sector manufacturero porque se miden de maneras que son más comparables exactamente entre naciones, aunque esto tampoco es ideal, porque la proporción del empleo en el sector manufacturero se reduce con el tiempo y varía según los países.

Un buen desempeño coloca a un país en el extremo superior izquierdo de la figura 16.12, con un alto crecimiento de los salarios y un desempleo bajo; un mal desempeño ubica a un país en el extremo inferior derecho. Dado que valoramos positivamente tanto el alto crecimiento de los salarios como el desempleo bajo, podemos estar dispuestos a tolerar un crecimiento escaso de los salarios si se asocia con un menor nivel de desempleo. Esto significa que podemos representar la curva de indiferencia de un ciudadano como una recta desde el origen. Las rectas con pendiente más pronunciada son mejores, y el rendimiento de un país se mide por la pendiente de la recta que va desde el origen hasta el punto observado para ese país. Si nos fijamos en la figura 16.12, y tomamos Bélgica (BEL) como ejemplo: un ciudadano belga preferiría estar en un radio con una pendiente más pronunciada, como el de Alemania (ALE), con menor desempleo y mayor crecimiento salarial.

Desempleo a largo plazo y crecimiento del salario real en la OCDE (1970–2011).

Figura 16.12 Desempleo a largo plazo y crecimiento del salario real en la OCDE (1970–2011).

OCDE. 2015. Estadísticas de la OCDE; Estadísticas laborales de salarios reales en España disponibles desde 1979. El crecimiento del salario real en España para el periodo 1970–1979, por tanto, se ha estimado utilizando las Tablas 16.25 y 16.5 de Barciela López, Carlos; Albert Carreras y Xavier Tafunell. 2005. Estadísticas históricas de España: Siglos xixxx. Bilbao: Fundación BBVA.

Las dos rectas de la figura 16.12 dividen a los países en tres grupos. Los que obtienen los mejores resultados durante el periodo de 40 años que va de 1970 a 2011 son Noruega y Japón. Los de un desempeño más bajo son Bélgica, Italia, EE.UU., Canadá y España. El bajo desempeño de EE.UU. se debe en parte al hecho de que comenzaba con salarios más altos en 1970, ya que fue el líder tecnológico mundial durante ese periodo (como vimos en la figura 16.3). La implicación fue que otras naciones pudieron aprender de la experiencia estadounidense, aumentando rápidamente su productividad. Se pueden aplicar argumentos similares al caso de Canadá. Por este motivo, no consideramos estos dos países como representativos del grupo de los de desempeño bajo, aunque los salarios reales hayan crecido mucho más lentamente que la productividad en EE.UU., por lo que la mayoría de los ciudadanos estadounidenses no se beneficiaron demasiado del crecimiento económico de este periodo.

Tenga en cuenta que los países que cosecharon mayores éxitos usaron diferentes combinaciones de políticas e instituciones. Algunos de los que mejores resultados obtuvieron (con rectas desde el origen con mayor pendiente), como Noruega, Finlandia, Suecia y Alemania, tienen sindicatos poderosos, mientras que los países nórdicos (incluida Dinamarca) ofrecen algunas de las prestaciones por desempleo más generosas del mundo.

La figura 16.13 reproduce el dato del desempleo de la figura 16.1, pero resaltando dos de los países con un desempeño alto y dos de los países con un desempeño bajo de la figura 16.12. Las diferencias entre Japón y Noruega, por un lado, e Italia y España, por otro, se centran en el desempleo más que en el crecimiento de los salarios reales. En la figura 16.13 se puede ver cómo el desempleo se comportó de manera diferente después de la crisis del petróleo de la década de 1980 y después de la crisis financiera.

Tasas de desempleo de dos países con un desempeño alto y otros dos con desempeño bajo en el mercado laboral (1960–2014).

Figura 16.13 Tasas de desempleo de dos países con un desempeño alto y otros dos con desempeño bajo en el mercado laboral (1960–2014).

Datos de 1960–2004: David R. Howell, Dean Baker, Andrew Glyn y John Schmitt. 2007. ‘Are Protective Labor Market Institutions at the Root of Unemployment? A Critical Review of the Evidence’. Capitalism and Society 2 (1) (Enero). Datos de 2005 a 2012: tasas de desempleo armonizadas de la OCDE, OCDE. 2015. Estadísticas de la OCDE.

Veremos que el modelo de este capítulo proporciona un marco conceptual útil para comprender a los participantes con un desempeño tanto alto como bajo del mercado laboral. Ahora mostraremos cómo usar el modelo para explicar la forma en que las instituciones y las políticas afectan al crecimiento real de los salarios y al desempleo a largo plazo.

Ejercicio 16.6 Usted es el responsable de formular políticas

Consulte la figura 16.12 para responder a las siguientes preguntas:

  1. Usando los mismos ejes, dibuje las curvas de indiferencia de un ciudadano o diseñador de políticas que solo se preocupa por el crecimiento salarial.
  2. Según los datos de la figura, ¿qué países serían los de desempeño alto y cuáles serían los de desempeño bajo?
  3. Usando los mismos ejes, dibuje sus curvas de indiferencia si solo le preocupa la tasa de desempleo. ¿Qué países serían los de alto y bajo desempeño en este caso?
  4. Usando los mismos ejes, dibuje una curva de indiferencia basada en sus propias preferencias personales sobre el crecimiento salarial y el desempleo, y justifique su elección.
  5. Ahora, considerando sus preferencias sobre otros factores económicos, ¿en qué país de la figura elegiría vivir y por qué? Explique qué factores económicos incluyó en su decisión.

Pregunta 16.9 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

El siguiente gráfico muestra el crecimiento de los salarios reales de diferentes países frente a la correspondiente tasa de desempleo media durante el periodo 1970–2011.

Según esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • Si solo importaba el desempleo, entonces Finlandia es el país con el mejor desempeño.
  • Si solo importaba el crecimiento salarial, entonces los países europeos han superado a los países de América del Norte.
  • Si preocupan tanto el desempleo como el crecimiento salarial, España es uno de los países con mejores resultados.
  • Si preocupaban tanto el desempleo como el crecimiento salarial, entonces Finlandia ha superado claramente a Noruega.
  • Japón es el país que ha logrado mantener su desempleo más bajo a lo largo de todo este periodo.
  • Todos los países europeos de la figura han registrado un mayor crecimiento salarial.
  • España ha logrado un alto crecimiento salarial, pero con un alto desempleo.
  • Aunque Finlandia logró un mayor crecimiento salarial, también registró un alto desempleo. Si las curvas de indiferencia de los ciudadanos vienen dadas por líneas rectas desde el origen, entonces el rendimiento de Noruega estaría en una curva de indiferencia más alta.

16.9 Cambio tecnológico, mercados de trabajo y sindicatos

Las políticas y las instituciones marcan la diferencia. Los modelos arrojan luz sobre la experiencia de algunos de los países con los mejores y peores desempeños. Tomemos tres países como ejemplos: Noruega y Japón como países con buen desempeño, y España como un ejemplo de mal desempeño.

En Noruega y España, los sindicatos son importantes, pero no en Japón. En Noruega, más de la mitad de todos los trabajadores asalariados están afiliados a un sindicato y los acuerdos salariales sindicales afectan a la mayoría de los trabajadores de la economía. En España, aunque los acuerdos salariales sindicales son importantes para toda la economía, menos de una quinta parte de los trabajadores pertenece a algún sindicato.

Cobertura de la negociación salarial sindical y desempleo en la OCDE (2000–2014).

Figura 16.14 Cobertura de la negociación salarial sindical y desempleo en la OCDE (2000–2014).

La figura 16.14 proporciona información sobre la importancia de las negociaciones salariales por parte de los sindicatos y el desempleo. En el eje horizontal, mostramos el porcentaje de empleados cuyos salarios se fijan con base en acuerdos salariales negociados por los sindicatos. Como puede ver, en algunos países europeos, los acuerdos salariales negociados por los sindicatos cubren a casi todos los empleados. Y, en el conjunto de países con una cobertura de más del 80%, las tasas de desempleo van desde menos del 4% (Países Bajos) hasta casi el 14% (España). La figura 16.14 sugiere que no hay una tendencia a que el desempleo sea más alto en países en los que los sindicatos tienen más influencia en la fijación de salarios. Un nivel bajo de desempleo puede darse en distintos países representativos de toda la gama de posibles niveles de poder sindical. Compare Corea del Sur y los Países Bajos, Japón y Austria o EE.UU. y Suecia.

Del mismo modo que el empleador no ofrece el salario más bajo posible, la mayoría de sindicatos tampoco busca el salario más alto que podrían obtener en una negociación. Los empleadores ofrecen salarios superiores al mínimo porque no pueden controlar cuánto se esfuerza el trabajador. Los sindicatos no negocian el salario máximo posible (el salario que no dejaría ningún beneficio a los propietarios) porque los sindicatos no pueden controlar las decisiones de la empresa sobre contratación, despidos e inversión, y los salarios más altos pueden reducir el empleo al reducir los beneficios de la empresa.

Un sindicato organizado con presencia en muchas empresas y sectores no explotará todo el poder de negociación que posee, pues sabe que grandes ganancias salariales llevarán a:

medio plazo (modelo)
El término no se refiere a un periodo de tiempo, sino a lo que es exógeno. En este caso, las reservas de capital, la tecnología y las instituciones son exógenas. La producción, el empleo, los precios y los salarios son endógenos. Véase también: bienes de capital, tecnología, instituciones, corto plazo (modelo), largo plazo (modelo).
sindicato inclusivo
Sindicato, con representación en muchas empresas y sectores, que tiene en cuenta las consecuencias de los aumentos salariales para la creación de empleo en toda la economía a largo plazo.

Los sindicatos que actúan de esta manera se denominan sindicatos inclusivos. Los sindicatos no inclusivos, en cambio, pueden entrar a negociar salarios altos en su propio rincón de la economía, sin tener en cuenta los efectos sobre otras empresas o trabajadores, tanto empleados como desempleados. Las asociaciones empresariales (de empleadores) que tienen en cuenta los intereses de todas las empresas, incluidas las que podrían entrar en un sector y competir con las empresas ya establecidas, se denominan empresas o asociaciones de empleadores inclusivas. Cuando los sindicatos y las empresas actúan de manera inclusiva, también es más probable que haya un efecto de voz sindical positivo. Como ya se comentó en el capítulo 9, esto reduce la desutilidad del trabajo, contribuyendo a empujar hacia abajo la curva de fijación de salarios.

El caso nórdico: sindicatos inclusivos y asociaciones de empleadores

Este comportamiento inclusivo es exactamente el que mostraron los sindicatos y las asociaciones de empleadores de Noruega (así como de los otros países nórdicos) durante este periodo: su negociación salarial centralizada insistió en fijar un salario común para un tipo determinado de trabajo, privando a las empresas de productividad baja del acceso a mano de obra barata y empujando a muchas de ellas al cierre. A medida que los trabajadores se fueron reubicando rápidamente en puestos de trabajo en otras empresas más productivas, el principal impacto fue un aumento de la productividad laboral media, con lo que se elevó la curva de fijación de precios, lo que a su vez permitió que se alcanzaran salarios más altos.

Los sindicatos inclusivos también respaldan unos generosos niveles mínimos de ingreso y atención médica de alta calidad, capacitación profesional y servicios educativos, todo lo cual reduce los riesgos a los que la mayoría de las personas está expuesta. Como consecuencia, la destruc­ción creativa generada por el cambio tecnológico es menos destructiva para la vida personal de los individuos y les permite estar, por lo general, más abiertos al cambio y a correr riesgos, ambos atributos esenciales de una sociedad tecnológicamente dinámica.12

Estas políticas, llamadas «políticas activas del mercado de trabajo», mejoran el proceso de emparejamiento entre los trabajadores que buscan empleo y las vacantes disponibles. El resultado es que los trabajadores cuyos empleos se eliminan (por ejemplo, por el fracaso de las empresas de productividad baja ante la presión de los salarios uniformes negociados centralmente) pueden encontrar un trabajo alternativo mucho más rápido. El resultado es una curva de Beveridge más cercana al origen, superior a las curvas de Beveridge tanto de Alemania como de EE.UU. (que se muestran en la figura 16.6) y situada mucho más adentro que la de España, como se ve en la figura 16.15.

Curvas de Beveridge para España y Noruega (T1 de 2001–T4 de 2013).

Figura 16.15 Curvas de Beveridge para España y Noruega (T1 de 2001–T4 de 2013).

OCDE Perspectivas de empleo de la OCDE. 2015. Estadísticas de la OCDE.

Los sindicatos inclusivos saben que la economía debe respetar los dos principales problemas de incentivos que se plantean en una economía capitalista: proporcionar incentivos para que los trabajadores trabajen y para que los empleadores inviertan. En algunos casos, por ejemplo el de Suecia, con una confederación sindical altamente centralizada, los líderes sindicales lo sabían y persuadieron a sus miembros de que, a la larga, empujar hacia abajo la curva de fijación de salarios aumentaría el empleo y no reduciría los salarios.

Como resultado, los sindicatos inclusivos de los países nórdicos (Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca) establecen sus demandas salariales de acuerdo con la productividad del trabajo. En los momentos en los que esta ha subido, han exigido la participación que les correspondía de esa subida. Tenían el poder de negociación que da una tasa de desempleo baja, una afiliación sindical alta y su capacidad para poner en práctica acuerdos salariales en toda la economía, pero no usaron este poder para desplazar hacia arriba la curva de fijación de salarios a menos que la subida estuviera justificada por un crecimiento de la productividad. Estos sindicatos también han respaldado legislación y políticas que hacen que trabajar sea menos oneroso, desplazando hacia abajo la curva de fijación de salarios y expandiendo aún más el empleo a largo plazo.

El caso japonés: asociaciones de empleadores inclusivas

A diferencia de los países nórdicos, los sindicatos japoneses son débiles, pero los trabajadores están bien organizados en las grandes compañías. Las asociaciones de empleadores son fuertes y trabajan para coordinar entre las grandes empresas la fijación de salarios. Por lo tanto, estas asociaciones operan de manera similar a los sindicatos en Noruega: se tiene en cuenta el impacto de las decisiones salariales en la economía en su conjunto cuando se establecen los salarios. Más concretamente, las grandes empresas escogen de manera deliberada no competir entre sí en la contratación de trabajadores para evitar que suban los salarios.

El caso español: sindicatos no inclusivos

Los sindicatos protegen los puestos de trabajo en España, respaldados por la política del gobierno. Son lo suficientemente fuertes como para ejercer poder, pero no son inclusivos. La combinación de sindicatos no inclusivos y legislación que protege los puestos de trabajo puede ayudar a explicar el mal desempeño del mercado laboral español. Según el modelo, anticiparíamos un alto nivel de desempleo en España y un bajo desempleo en Noruega y Japón. Y eso es lo que vemos en los datos.

Prestaciones por desempleo y desempleo

Los efectos de aumento del empleo derivados de sindicatos inclusivos y políticas de coaseguro por parte del gobierno pueden ayudar a explicar una aparente anomalía: los países con prestaciones por desempleo generosas no tienen tasas más altas de desempleo (véase figura 16.16).

Generosidad en las prestaciones por desempleo y tasas de desempleo en la OCDE (2001–2011).

Figura 16.16 Generosidad en las prestaciones por desempleo y tasas de desempleo en la OCDE (2001–2011).

Esto no deja de ser una anomalía porque, en nuestro modelo, un aumento de la prestación por desempleo, ceteris paribus, reduciría el costo de pérdida del puesto de trabajo de los trabajadores y desplazaría la curva de fijación de salarios.

tasa bruta de reemplazo de las prestaciones por desempleo
Proporción del salario bruto (antes de impuestos) anterior del trabajador que se recibe (antes de impuestos) cuando se está desempleado.

El contraste entre las tasas de desempleo y las prestaciones en Noruega e Italia ilustra muy elocuentemente este punto. Una persona desempleada recibe una prestación de casi el 50% de sus ingresos brutos anteriores en Noruega, y el desempleo es bajo; por el contrario, las prestaciones en Italia ofrecen una tasa bruta de reemplazo del 10% y el desempleo es mucho más alto que en Noruega. Esto implica que los países que puedan aplicar sistemas de seguro de desempleo generosos y bien diseñados, coordinados con los servicios de colocación laboral y otras políticas activas del mercado de trabajo, pueden lograr tasas de desempleo bajas. Proporcionar a las personas oportunidades para estabilizar el consumo puede hacer que estén más dispuestos a adoptar nuevas tecnologías, lo que desplazará la curva de fijación de precios hacia arriba.

Ejercicio 16.7 Tasas de desempleo e instituciones del mercado laboral

Hay quien ha argumentado que el alto nivel de desempleo en algunos países europeos en comparación con EE.UU. durante las décadas de 1990 y 2000 se debió a la existencia de instituciones rígidas en el mercado laboral (por ejemplo, sindicatos poderosos, generosas prestaciones por desempleo y una fuerte legislación de protección laboral).13

  • Utilizando la figura 16.1, compruebe si la tasa de desempleo siempre ha sido más alta en la mayoría de los países europeos, en comparación con EE.UU.
  • Con base en lo que ha aprendido de esta sección y consultando las figuras 16.1, 16.14 y 16.16, evalúe la afirmación de que el desempleo alto de Europa se debió a la existencia de instituciones rígidas en el mercado de trabajo.

Pregunta 16.10 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

La siguiente es una gráfica de la tasa de desempleo y la densidad sindical para el periodo 2000–2012. La densidad sindical se define como la fracción de empleados que son miembros de un sindicato.

Según esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • La densidad sindical alta es una condición necesaria para una tasa de desempleo baja.
  • La densidad sindical baja resulta en un desempleo alto.
  • Considerando solo los países nórdicos (Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia), se puede concluir que la alta densidad sindical conduce a una baja tasa de desempleo.
  • Dada la densidad sindical, los resultados relativos de desempleo indican que los sindicatos son más inclusivos en Noruega que en Bélgica.
  • Corea tiene una densidad sindical muy baja y, sin embargo, logra tener una tasa de desempleo baja.
  • La República Checa tiene una densidad sindical similar a la de Eslovaquia, pero tiene una tasa de desempleo baja.
  • Para Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia, la correlación entre la tasa de desempleo y la densidad sindical es positiva, es decir, la tasa de desempleo es mayor cuanto mayor es la densidad sindical.
  • El menor nivel de desempleo de Noruega, a pesar de registrar la misma tasa de densidad sindical alta, sugiere que los sindicatos son más inclusivos allí que en Bélgica.

16.10 Cambios en las instituciones y políticas

Hemos visto que las diferencias en las instituciones y las políticas marcan una gran diferencia para el crecimiento del empleo y los salarios, y que los ciudadanos de España quizá deseen tener instituciones como las de Japón o un país nórdico. Ahora bien, cambiar las instituciones es difícil porque, inevitablemente, cualquier cambio resulta en que haya quienes salgan ganando y quienes salgan perdiendo.

Los países que cambiaron sus políticas cambiaron su suerte. Tanto el Reino Unido como los Países Bajos sufrieron tasas de desempleo marcadamente elevadas en la década de 1970 y principios de 1980 debido a la primera y segunda crisis del petróleo (que desplazaron la curva de fijación de precios hacia abajo) y al mayor poder de negociación de los trabajadores (que desplazó la curva de fijación de salarios hacia arriba). Estos efectos se ilustran en la figura 16.17. No obstante, un cambio de política económica terminó por darles la vuelta a las malas noticias. En el Reino Unido, la tasa de desempleo cayó del 11,6% en 1985 al 5,1% en 2002. En los Países Bajos, disminuyó del 9,2 al 2,8% en el mismo periodo.

Diferentes formas de desplazar hacia abajo la curva de fijación de salarios: Países Bajos y el Reino Unido.

Figura 16.17 Diferentes formas de desplazar hacia abajo la curva de fijación de salarios: Países Bajos y el Reino Unido.

David R. Howell, Dean Baker, Andrew Glyn y John Schmitt. 2007. ‘Are Protective Labor Market Institutions at the Root of Unemployment? A Critical Review of the Evidence’. Capitalism and Society 2 (1) (Enero). Datos de 2005 a 2012: tasas de desempleo armonizadas de la OCDE, OCDE. 2015. Estadísticas de la OCDE.

Ambos países cambiaron el rumbo de sus economías y desplazaron las curvas de fijación de salarios hacia abajo, pero utilizaron diferentes instituciones y políticas:

En los Países Bajos, un componente clave fue un acuerdo de 1982 entre empleadores y sindicatos, conocido como el «Acuerdo de Wassenaar», en virtud del cual los sindicatos ofrecieron moderación salarial (un desplaza­miento hacia abajo de la curva de fijación de salarios) y, a cambio, los empleadores accedieron a una reducción de las horas de trabajo. El sindicato accedió a que la reducción en las horas de trabajo no aumentase los costos de mano de obra (y, por lo tanto, no cambiase la curva de fijación de precios).

En el caso de los Países Bajos, los sindicatos y las asociaciones de empleadores fueron capaces de coordinar el proceso de fijación de salarios para lograr un mejor resultado macroeconómico, y además eran lo suficientemente poderosos como para asegurar que sus miembros respetaran el acuerdo. Los sindicatos practicaron la contención en la negociación en aras de un mejor desempeño del mercado laboral y, por tanto, de la economía en general.

En el Reino Unido, la curva de fijación de salarios también se desplazó hacia abajo, pero en este caso se debió a una caída del poder sindical provocada por la modificación de la legislación de relaciones laborales, que debilitó la capacidad de los sindicatos no inclusivos para organizar huelgas.

Ejercicio 16.8 El modelo del mercado laboral

Explique cómo utilizar el modelo del mercado laboral (curva de fijación de salarios y curva de fijación de precios) para mostrar los cambios en el desempeño del mercado laboral del Reino Unido y los Países Bajos desde principios de la década de 1970 hasta principios de la década de 2000, tal y como se ha analizado en esta sección. El artículo de Nickell y van Ours (2000) mencionado anteriormente es un buen recurso de investigación para esta pregunta.

16.11 El crecimiento más lento de la productividad de los servicios y la naturaleza cambiante del trabajo

Aumento y caída del empleo manufacturero

Como se analizó en el capítulo 1, antes de la Revolución Industrial la mayor parte del producto de la economía se confeccionaba en núcleos familiares por parte de sus miembros. No había empleados, sino productores independientes de bienes y servicios, tanto para su propio consumo (lo que se conoce como producción doméstica) como para la venta a otros. La Revolución Industrial y el surgimiento del sistema económico capitalista desplazaron el trabajo de la familia y la granja a las empresas: los productores independientes se convirtieron en empleados.

industria
Actividad empresarial de producción de bienes: agricultura, minería, fabricación y construcción. La fabricación es el componente más importante.

Debido al progreso tecnológico en la producción basada en máquinas, los productos manufacturados se volvieron más baratos. Como resultado, los textiles y las prendas de vestir que se producían en el hogar pasaron a comprarse y pagarse con los salarios obtenidos en el empleo industrial o de otro tipo. El resultado fue un aumento sostenido del empleo en el sector industrial de la economía. Las manufacturas generan la mayor parte del empleo en la industria y, de hecho, los términos manufactura e industria a menudo se usan indistintamente.

Las innovaciones que ahorraron trabajo también hicieron que la agricultura se volviera más productiva y, a medida que la gente se hizo más rica, fue gastando una porción menor de su presupuesto en comida. Por lo tanto, la fracción de la fuerza de trabajo dedicada a la agricultura se redujo.

Para muchos, el desplazamiento de la actividad fuera de la agricultura y el aumento del empleo en la industria manufacturera significaron una mejora en las oportunidades económicas, especialmente cuando los sindicatos y los partidos políticos enfocados en los trabajadores obligaron a los empleadores a mejorar las condiciones de trabajo industrial.

Ahora bien, esto no duró para siempre. La figura 16.18 muestra que, para la mayoría de las grandes economías del mundo, la era del empleo manufacturero en expansión terminó en algún momento del tercer cuarto del siglo XX. Del mismo modo que la industria manufacturera había desplazado inicialmente a la agricultura como principal tipo de empleo, la producción de servicios en lugar de bienes ha reemplazado a la industria manufacturera. Siga los pasos del análisis de la figura 16.18 para ver cómo las principales economías industriales han pasado por etapas de aumento y disminución del empleo en manufacturas a lo largo de diferentes épocas.

Aumento y disminución de la participación del empleo industrial (1870–2013).

Figura 16.18 Aumento y disminución de la participación del empleo industrial (1870–2013).

US Bureau of Labor Statistics. 2004. International Labor Comparisons (ILC). Updated 14 October; International Labour Association. 2015. ILOSTAT Database; The Conference Board. International Comparisons of Annual Labor Force Statistics, 2013.

El desplazamiento del empleo de la industria a otros sectores

Fue liderado por el Reino Unido y Estados Unidos alrededor de 1950, seguidos de Japón y Alemania unos 20 años después.

Figura 16.18a Fue liderado por el Reino Unido y Estados Unidos alrededor de 1950, seguidos de Japón y Alemania unos 20 años después.

US Bureau of Labor Statistics. 2004. International Labor Comparisons (ILC). Updated 14 October; International Labour Association. 2015. ILOSTAT Database; The Conference Board. International Comparisons of Annual Labor Force Statistics, 2013.

El ascenso de Corea del Sur a la prominencia industrial

Este ascenso solo comenzó hasta el último cuarto del siglo xx, pero la participación del empleo en manufacturas en el total del empleo en Corea del Sur ya estaba disminuyendo a fines de siglo.

Figura 16.18b Este ascenso solo comenzó hasta el último cuarto del siglo xx, pero la participación del empleo en manufacturas en el total del empleo en Corea del Sur ya estaba disminuyendo a fines de siglo.

US Bureau of Labor Statistics. 2004. International Labor Comparisons (ILC). Updated 14 October; International Labour Association. 2015. ILOSTAT Database; The Conference Board. International Comparisons of Annual Labor Force Statistics, 2013.

Fabricación en Taiwán y Alemania

En la actualidad, la participación de las manufacturas en el total de la fuerza laboral en Taiwán es mayor que en Alemania.

Figura 16.18c En la actualidad, la participación de las manufacturas en el total de la fuerza laboral en Taiwán es mayor que en Alemania.

US Bureau of Labor Statistics. 2004. International Labor Comparisons (ILC). Updated 14 October; International Labour Association. 2015. ILOSTAT Database; The Conference Board. International Comparisons of Annual Labor Force Statistics, 2013.

Fabricación en China

A diferencia de los otros países de la figura, en China el sector manufactu­rero siguió atrayendo mano de obra en la primera década del siglo xxi.

Figura 16.18d A diferencia de los otros países de la figura, en China el sector manufacturero siguió atrayendo mano de obra en la primera década del siglo xxi.

US Bureau of Labor Statistics. 2004. International Labor Comparisons (ILC). Updated 14 October; International Labour Association. 2015. ILOSTAT Database; The Conference Board. International Comparisons of Annual Labor Force Statistics, 2013.

Explicación económica del crecimiento más lento de la productividad en los servicios

La cantidad de trabajo dedicado a la agricultura ha disminuido en todos los países que se muestran en la figura 16.18. Menos de uno de cada 20 trabajadores de los países ricos trabaja en la agricultura. El gran cambio reciente en el trabajo ha sido el paso de la producción de bienes (manufacturas y agricultura) a la producción de servicios. Sabemos que el producto por hora de trabajo (productividad) está creciendo más lentamente en la producción de servicios que en las manufacturas. Esto tiene dos efectos:

El primero de estos efectos ha sido más fuerte que el segundo.

Para ver cómo funciona este proceso, simplifiquemos usando un modelo en el que solo se produce el primer efecto. Así pues, supongamos que las personas consumen una proporción determinada de productos (camisas, por ejemplo) y servicios (cortes de pelo). Este ejemplo ilustra la razón del crecimiento más lento de la productividad en los servicios: hoy en día se tarda tanto en cortarle el pelo a alguien como hace 100 o incluso 200 años, pero se tarda mucho menos en producir una camisa que hace 200 años (probablemente menos de una quinta parte del tiempo).

La figura 16.19 muestra el modelo. Se supone que la cantidad total de mano de obra empleada en la economía es 1 (podría ser de 1 millón de horas, por ejemplo). Si todo este trabajo se dedica a la producción de bienes, se produce 1 unidad de bienes. Y lo mismo ocurre con los servicios: si toda la mano de obra produce servicios, entonces se produce 1 unidad de servicios.

La línea roja continua es la frontera factible, que muestra las cantidades de bienes y servicios que es posible producir, dada la tecnología existente y la cantidad de mano de obra disponible. Suponemos que se consume el mismo número de unidades de bienes y servicios, por lo que, en la figura, las cantidades de servicios y bienes consumidos son ambas iguales a media unidad en el primer periodo. En el segundo periodo, la productividad aumenta en las manufacturas mientras que se mantiene constante en los servicios, lo que significa que el costo –y, por tanto, el precio– de los bienes disminuye en relación con los servicios. Siga los pasos del análisis para ver el efecto sobre el empleo.

El aumento de la productividad en la producción de bienes aumenta la fracción de trabajadores dedicados a los servicios.

Figura 16.19 El aumento de la productividad en la producción de bienes aumenta la fracción de trabajadores dedicados a los servicios.

La frontera factible

La línea roja continua es la frontera factible y muestra la cantidad de bienes y servicios que se pueden producir dadas las tecnologías existentes y la mano de obra disponible.

Figura 16.19a La línea roja continua es la frontera factible y muestra la cantidad de bienes y servicios que se pueden producir dadas las tecnologías existentes y la mano de obra disponible.

División equitativa de bienes y servicios

Suponemos que se consumen cantidades iguales de bienes y servicios: en A, la cantidad consumida de cada uno es igual a 1/2.

Figura 16.19b Suponemos que se consumen cantidades iguales de bienes y servicios: en A, la cantidad consumida de cada uno es igual a 1/2.

Aumenta la productividad de las manufacturas

La productividad del trabajo en la fabricación de bienes se duplica, pero la productividad se mantiene sin cambios en los servicios. La nueva frontera factible se muestra como la línea discontinua.

Figura 16.19c La productividad del trabajo en la fabricación de bienes se duplica, pero la productividad se mantiene sin cambios en los servicios. La nueva frontera factible se muestra como la línea discontinua.

Más bienes, más servicios

Si la gente continúa consumiendo cantidades iguales de bienes y servicios, la economía se situará en el punto B con una producción y consumo de 2/3 unidades de cada uno.

Figura 16.19d Si la gente continúa consumiendo cantidades iguales de bienes y servicios, la economía se situará en el punto B con una producción y consumo de 2/3 unidades de cada uno.

Un cambio en el empleo

En B, la mano de obra ha pasado de la producción de bienes a la producción de servicios: 1/3 de la mano de obra produce bienes y 2/3 produce servicios.

Figura 16.19e En B, la mano de obra ha pasado de la producción de bienes a la producción de servicios: 1/3 de la mano de obra produce bienes y 2/3 produce servicios.

El trabajo se ha desplazado de la producción de bienes a la producción de servicios. Este modelo está diseñado para ilustrar por qué tuvo lugar el cambio. Hay dos elementos que han quedado fuera del modelo y han mitigado el cambio, y un tercer elemento que lo ha reforzado:

En cualquier caso, en los países que muestran una disminución en el trabajo dedicado a la producción de bienes en relación con los servicios, el efecto neto de los elementos que hemos excluido del modelo no compensó por completo la desindustrialización de la fuerza de trabajo.

Otro factor que complica la situación es que algunos países son importadores netos de bienes, mientras que otros son exportadores netos, lo que significa que muchos bienes se compran en un país diferente a aquel en el que se produjeron. Esto explica en parte por qué diferentes países tienen diferentes patrones para la relación en forma de joroba que muestra la figura 16.18. El comercio internacional y las oportunidades de especialización que han acompañado a esta circunstancia han acelerado la disminución de la participación del empleo en la producción de bienes en algunos países (EE.UU. y el Reino Unido, por ejemplo), pero en otros (Alemania, Corea del Sur) la han ralentizado.

La creciente participación de China en el empleo dedicado a la producción de bienes refleja las fuerzas que ya hemos observado en los países ahora ricos y su especialización en la exportación de productos manufacturados. El Einstein que encontrará al final de esta sección ilustra la lógica que hay detrás de la figura 16.19 y analiza el resultado de un aumento de la productividad en la producción de bienes.

Einstein Cómo un crecimiento más rápido de la productividad en la fabricación de bienes puede desplazar el empleo de los bienes a los servicios

Este Einstein explica la lógica que hay detrás de la figura 16.19 y también por qué un aumento de la productividad en la fabricación de bienes desplaza el empleo hacia las empresas que producen servicios. Definimos λs como la productividad del trabajo en los servicios. Entonces λs = Qs/Ls, la cantidad de servicios dividida por la cantidad de mano de obra empleada para producirla. En nuestro modelo, se cumple la siguiente ecuación:

  • λsLs = Qs: la productividad del trabajo en servicios multiplicada por la cantidad de trabajo en servicios es igual a la cantidad de servicios producidos.
  • Qs = Qg: la producción de bienes debe ser la misma que la producción de servicios. Esto no siempre es cierto, pero lo definimos de esa manera en nuestro modelo.
  • Qg = λgLg: la producción de bienes es igual a la productividad del trabajo en la producción de bienes multiplicada por la cantidad de trabajo empleada en la producción de bienes.

Ahora podemos igualar el primer y último término de la ecuación anterior para llegar a una expresión para la cantidad de trabajo que debe emplearse en los dos sectores, dados los niveles de productividad en cada sector, si ambos producen un número igual de unidades de producto:

A continuación reescribimos esta expresión, utilizando el hecho de que la cantidad total de trabajo en los dos sectores suma uno:

Luego reorganizamos la ecuación usando el primer y último término para obtener una expresión de la cantidad de trabajo dedicada a la producción de servicios:

En la figura, la productividad en ambos sectores era 1, por lo que la cantidad de trabajo dedicada a la producción de bienes era 1/2. Cuando la productividad del trabajo en la producción de bienes se duplica:

Esta es la proporción de la mano de obra dedicada a la producción de servicios después del aumento en la productividad del trabajo dedicado a la producción de bienes.

Pregunta 16.11 Escoja la(s) respuesta(s) correcta(s)

La figura 16.18 es un gráfico de la participación del empleo en el sector manufacturero en diferentes países.

Según esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

  • La participación del empleo en la industria ha ido disminuyendo en todos los países que se muestran.
  • El desplazamiento de los trabajadores industriales a otros sectores estuvo liderado por el Reino Unido y Estados Unidos alrededor de 1950.
  • El Reino Unido siempre ha mostrado, de manera constante, una mayor participación de la industria en el empleo total que Estados Unidos.
  • Actualmente, todos los países del Lejano Oriente tienen una mayor participación en la industria que Alemania, el Reino Unido o Estados Unidos.
  • Esto no es cierto para Taiwán o China.
  • Estos países fueron los primeros en experimentar un descenso en la participación de la industria manufacturera en el empleo.
  • La línea para el Reino Unido está constantemente por encima de la de Estados Unidos.
  • Alemania todavía tiene una mayor participación en la industria que Japón o Corea.

16.12 Salarios y desempleo a largo plazo

Hemos aprendido que las economías nacionales difieren no solo en la velocidad a la que se adaptan a las oportunidades que ofrecen los cambios tecnológicos y otros cambios de circunstancias, sino también en los salarios y el empleo que pueden sostener a largo plazo.

Ambos factores dependen de muchas de las características de las economías que hemos analizado en capítulos anteriores. La figura 16.20 resume los factores determinantes de la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento de los salarios reales, y señala los capítulos donde se analizan estos conceptos.

La figura 16.21 se basa en la figura 16.20 para mostrar las instituciones y políticas que pueden afectar al crecimiento de los salarios reales y la tasa de desempleo.

Factores determinantes de la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento de los salarios reales a largo plazo.

Figura 16.20 Factores determinantes de la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento de los salarios reales a largo plazo.

Las instituciones, políticas y shocks que pueden influir en el desempleo y los salarios reales.

Figura 16.21 Las instituciones, políticas y shocks que pueden influir en el desempleo y los salarios reales.

16.13 Conclusión

El desempleo es un fallo de mercado: significa que hay personas dispuestas a trabajar al salario vigente en el mercado, pero que no encuentran un empleador dispuesto a contratarlos. La destrucción de puestos de trabajo es una característica constante de las economías capitalistas, en las que los cambios tecnológicos tienden a elevar la productividad y a dejar a algunos trabajadores sin empleo. Ahora bien, una economía que funcione correcta­mente también contará con altos niveles de inversión que garantizarán que se creen puestos de trabajo al menos tan rápido como se destruyen.

Garantizar que las empresas inviertan tanto en el progreso tecnológico como en la creación de empleo es uno de los problemas de incentivos fundamentales a que se enfrenta una economía capitalista. El otro gran problema es asegurar que los trabajadores tengan el incentivo de esforzarse lo suficiente como para cumplir con su trabajo. Hemos analizado estos incentivos usando la curva de fijación de precios y la curva de fijación de salarios, que muestran respectivamente el salario máximo que las empresas pueden pagar manteniéndose operativas en su sector y el salario mínimo que se puede pagar para obtener suficiente esfuerzo de los trabajadores.

La principal diferencia entre las economías con un desempeño alto y las más rezagadas es que, en las economías con un desempeño alto, las institu­ciones y las políticas funcionan de modo que los actores principales tienen incentivos para aumentar el tamaño de la torta, en lugar de desperdiciar recursos peleando por el tamaño de la porción que les pueda corresponder.

Conceptos introducidos en el capítulo 16

Antes de continuar, revise estas definiciones:

16.14 Referencias bibliográficas

  1. Eric Hobsbawm y George Rudé. 1969. Captain Swing. Londres: Lawrence and Wishart. 

  2. Jeremy Rifkin. El fin del trabajo: nuevas tecnologías contra puestos de trabajo: el nacimiento de una nueva era. Barcelona: Paidós, 2008. 

  3. John Habakkuk. Tecnología americana y británica en el siglo XIX: en busca de inventos ahorradores de Trabajo. Madrid: Tecnos, 1977. 

  4. Richard R Nelson y Gavin Wright. 1992.  ‘The Rise and Fall of American Technological Leadership: The Postwar Era in Historical Perspective’Journal of Economic Literature 30 (4) (Diciembre): pp. 1931–1964. 

  5. Natasha Singer. 2014. ‘In the Sharing Economy, Workers Find Both Freedom and Uncertainty’. The New York Times. Actualizado el 16 de agosto de 2014. 

  6. Michael Burda y Jennifer Hunt. 2011. ‘The German Labour-Market Miracle’. VoxEU.org. Actualizado el 2 de noviembre de 2011. 

  7. Vincent Sterk. 2015. ‘Home Equity, Mobily, and Macroeconomic Fluctuations’. Journal of Monetary Economics (74): pp. 16–32. 

  8. David G Blanchflower y Andrew J. Oswald. 1995. ‘An Introduction to the Wage Curve’. Journal of Economic Perspectives 9 (3): pp. 153–167. 

  9. Samuel Bentolila, Tito Boeri y Pierre Cahuc. 2010. ‘Ending the Scourge of Dual Markets in Europe’ VoxEU.org. Actualizado el 12 de julio de 2010. 

  10. John Maynard Keynes. Breve tratado sobre la reforma monetaria. Madrid: Fundación ICO: Síntesis. 2009. 

  11. Econ Talk. 2016. ‘David Autor on Trade, China, and U.S. Labor Markets’. The Library of Economics and Liberty . Actualizado el 26 de diciembre de 2016.

    David Autor y Gordon Hanson. NBER Reporter 2014 Number 2: Research Summary. Labor Market Adjustment to International Trade

  12. Adrian Wooldridge. 2013. ‘Northern Lights’. The Economist. Actualizado el 2 de febrero de 2013.

    Torben M Andersen, Bengt Holmström, Seppo Honkapohja, Sixten Korkman, Hans Tson Söderström y Juhana Vartiainen. 2007. The Nordic Model: Embracing Globalization and Sharing Risks. Helsinki: Taloustierto Oy. 

  13. Puede leer más sobre el papel de las instituciones en relación al desempleo en Europa en estos documentos:

    Olivier Blanchard y Justin Wolfers. 2000. ‘The Role of Shocks and Institutions in the Rise of European Unemployment: The Aggregate Evidence’ The Economic Journal 110 (462) (Marzo): pp. 1–33. 

    David R Howell, Dean Baker, Andrew Glyn y John Schmitt. 2007. ‘Are Protective Labor Market Institutions at the Root of Unemployment? A Critical Review of the Evidence’. Capitalism and Society 2 (1) (Enero). 

  14.  Stephen Nickell y Jan van Ours. 2000. ‘The Netherlands and the United Kingdom: A European Unemployment Miracle?’ Economic Policy 15 (30): pp. 136–180.